El avistamiento de decenas de medusas en el litoral sur de València ha preocupado a los bañistas. Año tras año se repiten algunos mantras como "el cambio climático favorece la aparición de medusas", "las medusas aparecen en verano porque el agua está más caliente", entre otras. El responsable del área de Mediterráneo y Medusas del Oceanogràfic, Miguel Candelas, ha atendido a Levante-EMV para despejar todas las dudas sobre la aparición de medusas el litoral de la capital del Túria. ¿Por qué han aparecido tantas medusas en las playas de Valencia?

El Ayuntamiento de València lanzó una advertencia a través de sus múltiples canales la semana pasada donde alertaba de la llegada de centenares de medusas a la zona litoral de la ciudad este pasado fin de semana. Sin embargo, el avistamiento tuvo lugar este lunes. Quienes acudieron a las playas del sur se llevaron una ingrata sorpresa: había muchas medusas en el agua.

En concreto, en la zona de La Garrofera, por El Saler, se pudo ver la Rhizostoma Pulmo, la habitual de color blanquecino y gran tamaño con ribetes morados. A esta hay que añadir la Pelagia Noctiluca, de color marrón y menor tamaño, conocidas comúnmente como 'clavel'.

Las medusas arruinan el día a los bañistas, que se ven obligados a extremar las precauciones, y obligan al servicio de socorrismo a izar la bandera amarilla para alertar de la presencia de medusas. No obstante, hay que destacar que somos los humanos quienes invadimos su hábitat.

"La idea de que aparecen más medusas en verano es muy relativa", apunta el responsable de Mediterráneo y Medusas del Oceanogràfic. "Vemos más medusas en verano porque es cuando estamos en la playa", explica. Su presencia en el litoral, explica Candelas, se debe a varios factores. El primero es el propio ciclo vital de las medusas, pero hay otros como "el viento o las diferencias térmicas" que provocan corrientes marinas que llevan a las medusas hasta la zona costera.

De hecho, las medusas "se consideran plancton gelatinoso", apunta Candelas. El término plancton, de origen griego, significa "lo que va errante o a la deriva", y así funcionan las medusas porque "no son capaces de nadar a contracorriente" por lo que se dejan arrastrar por las corrientes, que sí se ven influenciadas por fenómenos como "el viento o las diferencias térmicas".

La Rhizostoma Pulmo es una de las más grandes del Mediterráneo, tiene color blanquecino con ribetes morados. Completa su crecimiento y adquiere mayor tamaño en verano, además es una medusa costera y su tamaño hace muy evidente su presencia en el litoral. Su picadura es poco molesta.

La Pelagia Noctiluca, de menor tamaño y color rosáceo, es la medusa más común en el Mediterráneo occidental. Conocida de forma común como clavel de mar, "es más urticante que la Rhizostoma" pero "ninguna de las dos es peligrosa", apunta Candelas. El responsable del área de Mediterráneo y Medusas del Oceanogràfic destaca que la longevidad de estas últimas alcanza los cuatro años de vida y su presencia abundante en nuestra zona por lo que, aunque su hábitat normal sea en alta mar, según las condiciones su presencia puede ser habitual en el litoral. El clavel de mar, además, produce urticaria hasta cuando se desprenden sus tentáculos o la Pelagia Noctiluca no tiene vida.

Qué peligro tiene la picadura

En el caso de estas dos especies, Candelas explica que sus picaduras no tienen peligro. Eso sí, las molestias dependen mucho de algunos factores como "la edad o la zona donde se produce la picadura". Las medusas tienen células urticantes "con forma de dardo que se clava en su presa" y produce el prurito o picazón.

Las picaduras son "peores en niños y ancianos" ya que su sistema inmunitario o no está preparado como el de los adultos (en el caso de los niños) o puede estar inmunodeprimido (en el de las personas mayores). Según la zona, la molestia es peor. Mientras en las manos, con una piel más gruesa y acostumbrada a la manipulación de objetos, es menos dolorosa, en otras zonas como las mejillas o las piernas puede resultar muy incómodo.

¿Influye el calor en la aparición de medusas?

Candelas desmiente uno de los falsos mitos que más se ha repetido sobre las medusas en los últimos años y afirma que las apariciones masivas de medusas en las playas "no son una tendencia" sino "un ciclo". Por lo que pese a la aparición de centenares de ejemplares de medusas esta semana en las playas del sur de la ciudad no tiene que suponer que sea lo habitual durante el resto del verano "ni que se incremente de año en año" el número de ejemplares o avistamientos. "Igual que han aparecido estos días, desaparecerán", puntualiza.

De hecho, la alerta por la presencia de medusas en el litoral de València se ha desactivado. Pese a que su picadura no es peligrosa (pero sí molesta), parece que el mejor lugar para ver a estos ejemplares son los acuarios del Oceanogràfico.