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Las Fallas y Juan Carlos I

Del rey ninot "blanco" a la crítica más despiadada

Juan Carlos I apareció como ninot de falla viente años después de subir al trono. Tras unas primeras obras nada críticas, en los últimos años ha sido sometido a la misma severidad que el resto de personajes públicos

Del rey ninot "blanco" a la crítica más despiadada

En el año 1990, la Casa Real dijo nones a la posibilidad de incluir al rey Juan Carlos y a su familia en una escena de Na Jordana. Pero la aparición del monarca como figura combustible era cuestión de tiempo. Aún tardaría hasta el año 1996. En aquella ocasión lo hará Ramón Espinosa para la falla del Mercado Central. Tal y como reconoce en la biografía recientemente publicada por Gustavo Clemente, Espinosa dilató el deseo de sacar al rey media década: tenía previsto hacerlo en 1991, pero la censura sufrida por Na Jordana el año anterior le disuadió.

Pero llega un momento que los diques se rompen. Y con más publicidad llegó la explosión a manos de Juanjo García quien, alboreando febrero de 1998, apareció en la Exposición del Ninot con la primera figura del monarca en la muestra por el indulto.

Blanca y entrañable. Todavía tenían que pasar muchos años para que el rey emérito fuera sometido a la crítica con la misma falta de piedad que todo aquel personaje público que se precie. En aquella ocasión, la escena hacía referencia al 50 aniversario de la comisión Grabador Esteve-Cirilo Amorós y al 60 aniversario del monarca. Vestido con blusón y manta, de la que pendían dos patucos (la infanta Elena estaba embarazada de su primer nieto) y con una hipertrofiada nariz borbónica. En la inauguración, Rita Barberá daba la bendición a la figura. «Lo han presentado de forma muy respetuosa».

No debe extrañar al no avezado tanta prudencia. Porque el puritanismo en las Fallas no es un fenómeno de hace años. Aquella es la época en la que aún se satanizaban unas monjas contemplando un consolador. Y lo mismo ocurriría poco después con una figura de Jesús en un confesionario. Pero es que no hay que irse tan lejos. En 2018, hace apenas un suspiro, un ninot-caricatura del concejal Pere Fuset como San Vicente Ferrer fue considerado un sacrilegio por la comunidad vicentina, hasta el punto que hubo que travestirlo para que fuera soportable.

A partir de ese momento, las cosas cambian. Paradójicamente, la continuidad no la marcará el propio rey emérito, sino el entonces Principe Felipe, quien aparecerá en la Exposición del Ninot en los años siguientes. Las presencias todavía serán amables los primeros años. Fruto de la lógica: Juan Carlos I es un rey entrañable, aceptado con agrado. Cuando nace Leonor, aparece en una escena humorística: «Froilán miente: los reyes no son los papás, son los abuelos», dice la infantita en manos de Pepe Puche para Quart-Palomar en 2007. Antes incluso «El Jueves» ha bocetado una falla de Especial (Archiduque Carlos-Xiva) con toda la familia real soplando en un barco velero.

En el invierno por «vividor»

El cambio de talante se producirá conforme también va cayendo la imagen del monarca. Y si en 2010 ya aparece representado como un top manta, desnudo, se pasa a una crítica en toda regla. 21 años después de su censura, Na Jordana sí que incluye, de la mano de Manolo Martín, a un Juan Carlos I en el infierno, condenado «per vividor» al subterráneo dedicado los «paràsits». Pocas veces se le había formulado una crítica tan dura. Aún en 2012 (Bilbao-Maximiliano Thous, de Fede Ferrer), aparece representando a la «Familia Fotuda», sosteniendo un marchamo de chorizo «Furtangarín».

Con la cacería de Botsuana, el objetivo será él definitivamente. Desde entonces, aparecerá repetidamente rodeado con rifles, cabezas de elefante y colmillos (como el que conforma uno de los bancos de la falla de Latorre y Sanz con Ortifus en Na Jordana 2014 dedicada a hacer juegos de palabra, en este caso «Bancampechano»). Corinna, como dama escultural, también se hace visible, con la bandera republicana acechando.

La familia real forma ya parte del imaginario fallero tras vencer resistencias. Y da la sensación de que si hay una Exposición del Ninot en 2021 con figuras nuevas, más de una incluirá al rey emérito con maletas.

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