El Síndic de Greuges ha enviado una requisitoria a la Consellería de Educación para que «en el plazo de un mes» lleve a cabo medidas para reparar o rehabilitar los Baños del Almirante o que justifique «las razones que estime para no aceptar» la recomendación formulada. En concreto, que se adopten «todas las medidas para garantizar la apertura al público y el normal acceso de los visitantes a la Sala de la Caldera».
La recomendación de «Defensor del Pueblo Valenciano» viene motivada por la queja presentada por el Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, que denuncian en cierre de varias de las salas del edificio y aventuran que se deba «posiblemente por la existencia de daños o un deterioro grave» que, acusando a la Consellería «se están ocultando a la ciudadanía».
Sostiene la Consellería en un informe preliminar que salas como la leñera, la sala de la caldera y las escaleras de acceso a la cubierta están cerradas «porque no se puede garantizar la accesibilidad universal ni la seguridad de los visitantes» a la vez que acusa a los denunciantes de utilizar tesis «que no están basadas en hechos objetivos, sino en juicios de valor».
En las alegaciones de los denunciantes, el Círculo aporta documentos gráficos de «daños, humedades y desperfectos en este Bien de Interés Cultural, que han aumentado de forma muy preocupante, habiendo agujeros y desprendimientos de tamaño considerable», incluyendo imágenes comparativas de los mismos espacios con una separación de quince años.
En vista de la posición de unos y otros, el Síndic Ángel Luna recomienda la adopción de medidas para reparar y rehabilitar los baños ante la duda de que «la conservación del patrimonio cultural valenciano corresponde a todos, y especialmente a las instituciones; en este caso, a la Consellería de Educación». El Círculo ha tomado esta decisión como una victoria sobre una institución con la que mantiene una relación especialmente tirante.
