«Cerrado definitivamente por jubilación. Muchas gracias a todos» es el cartel que puede leerse en la puerta de la centenaria tienda de telas metálicas Blas Luna. Es la forma que ha tenido el dueño del negocio para despedirse no ya de su propia actividad económica, sino de la tienda como tal. El pasado mes de febrero trascendió que la conocida tienda, que ha formado parte del paisaje de la plaza del Doctor Collado desde hace más de un siglo, anunció su cierre por jubilación del hasta entonces gerente del mismo, Luis Castro, un antiguo empleado de la familia. Sin embargo, dejaba abierta la esperanza a que alguien quisiera darle continuidad al negocio. No ha sido así y el legendario inmueble ya está en manos de una inmobiliaria para darle otro uso. El cartel es la forma de despedir una época.