El Ayuntamiento de València, a través del área de Desarrollo Urbano, continúa con la revisión del PGOU, tanto en las diferentes áreas funcionales en las que ha dividido la ciudad, como en aquellos núcleos que han quedado fuera de estos ámbitos, como son los pueblos de la ciudad. Si hace unos meses puso en marcha el plan especial de Cases de Bàrcena, el área que dirige la vicealcaldesa Sandra Gómez ha iniciado desde hace unas semanas el estudio del nuevo planeamiento para Castellar-l'Oliveral, la pedanía más grande situada en Pobles del Sud y la segunda más importante de la ciudad.

Desarrollo Urbano ha iniciado el periodo de consulta pública, en la que pide a los habitantes de Castellar-l'Oliveral y a las distintas asociaciones que presenten los pertinentes escritos para definir la revisión del plan general adaptado a esta pedanía, cuya última actualización data de 1989. El objetivo principal para elaborar este nuevo documento es la preservación del núcleo histórico de la pedanía, que el 20 de febrero de 2015 ya fue declarado Bien de Relevancia Local (BRL).

El documento preliminar ha detectado problemas en el pueblo de ámbito patrimonial, en cuanto a dotaciones públicas y movilidad. Según el área de Desarrollo Urbano, y en lo que concierne a su declaración como BRL, falta una valoración del trazado histórico de la trama urbana y de sus tipologías edificatorias. «La superposición del planeamiento vigente con la realidad construida evidencia que existen inmuebles con interés patrimonial fuera de ordenación, encontrándose en mal estado de conservación y abandono», señala el informe

Además existen edificios con valores patrimoniales no incluidos en el Catálogo de protección, y algunas de las «Cases de Poble» propias de esta pedanía de origen agrícola también se encuentren fuera de ordenación.

Las nuevas alineaciones no respetan algunas de las antiguas vías de conexión con la huerta, «dificultando su adecuada relación con su valioso entorno paisajístico», se pone de manifiesto en el documento. En este sentido, el crecimiento a partir de los años 70 con vivienda plurifamiliar en altura y tipologías de edificación abierta y ensanche, «desvirtúan la integración paisajística del núcleo urbano y su entorno», considera el examen previo de Urbanismo.

En cuanto a la previsión de suelos dotacionales en el planeamiento vigente, no obtenidos ni ejecutados, obliga a un nuevo análisis «de las necesidades reales» del pueblo, y se observa que existe un «exceso de previsión de espacios libres y equipamientos educativos, y déficit de otros equipamientos», señala el estudio.

En cuanto a la movilidad y accesibilidad de la pedanía, el documento explica que existe «una deficiente comunicación» del pueblo con el resto de la ciudad y son mejorables las conexiones hacia Pinedo y el frente marítimo, donde la principal conexión Camí del Tremolar, no dispone de carril peatonal ni de carril-bici.

Se habla además de falta de jerarquización entre viales rodados y peatonales, ausencia de criterio en la urbanización de las calles, y como ejemplo se cita la calle principal «Vicente Puchol», el más importante eje comercial del núcleo, que cuenta con cierta densidad de tráfico y aceras estrechas, «lo que dificulta la relación entre peatones y tráfico rodado».

La urbanización de otras calles «es deficiente o inexistente», con ausencia de aceras o sólo en algunos tramos. También existen caminos de acceso a los huertos cuyo tratamiento es mejorable, y se echa en falta un recorrido perimetral y señalizado, «que permita disfrutar del paisaje que rodea la pedanía y que mejore el borde urbano».

Peticiones vecinales

En la misma línea, los vecinos de Castellar-L'Oliveral, en diversas ocasiones, han solicitado al Ayuntamiento de València que proceda a la revisión de la ordenación pormenorizada para dotar al barrio de unos mejores servicios y equipamientos públicos, una mayor conectividad con el resto de la ciudad y una revalorización de su paisaje, garantizando la recuperación de su trama histórica y de los elementos urbanísticos y rurales que caracterizan el barrio.

Los objetivos del plan especial, como en el resto de revisiones que está llevando a cabo el área de Urbanismo, son poner en valor el patrimonio del pueblo, garantizar el derecho a vivienda asequible, conseguir una estructura urbana a escala de peatón (todos los servicios a, como mucho, 15 minutos andando), recuperar espacio público de calidad, y mejorar la integración con la huerta.

El documento evidencia un exceso de reserva de suelo para equipamientos educativos, y una falta de otro tipo de dotaciones públicas. Castellar-l'Oliveral cuenta en la actualidad con unos 6.809 habitantes censados.