La vicealcaldesa de València, la socialista Sandra Gómez, defendió ayer que el Gobierno progresista de Pedro Sánchez ha supuesto «el inicio de una nueva etapa para resolver problemas históricos que arrastran tanto la Comunitat como València». Gómez aseguró que Sánchez demostró con el proyecto de presupuesto «fallido» de 2019 su voluntad de resolver «la deuda con los valencianos». El presupuesto duplicaba la inversión, «pasando de 58 a 108 millones, sin contar la condonación de la deuda de La Marina». Además, «los años de mayor inversión han sido siempre con Gobiernos socialistas y en las dos legislaturas de Zapatero, València recibió un promedio de 306 millones de euros». Una cifra que «cayó en picado con el PP de Rajoy, cuando la inversión se desplomó a los 96 millones de promedio». Por el contrario, el plan de Sánchez «duplicaba las inversiones». Por ejemplo, «aumenta un 64% las inversiones de fomento; un 60%, en Cultura (entorno de San Pío y el Museo del Reino); y un 60%, la inversión para el Palau de les Arts».

Igualmente, destaca la vicealcaldesa «destinan 2,7 millones para el túnel pasante y el canal de acceso». En ese sentido, «ADIF multiplica por 7 la inversión prevista, pasando de 49 a 352 millones, de los que 174 son para Cercanías de València lo que repercute directamente en el transporte de la ciudad». En esa línea, la lideresa socialista subraya que había consignados «38 millones de euros para financiar el transporte metropolitano, la EMT».

Por último, el ministro José Luis Ábalos anunció que València «será la primera ciudad en la que se pondrá en marcha el plan estatal de vivienda asequible». En concreto, 525 pisos, de los que 375 están ya en marcha». Por último, subrayó que el Gobierno central «destinó 15 millones a la EMT para compensar las pérdidas por la Covid; y 40, para repartir entre Metrovalencia y las concesionarias de líneas de autobuses».