El presidente del Comité de Empresa de la EMT Gabriel de las Muelas anunció ayer que este órgano de representación de los trabajadores ha solicitado una reunión con el alcalde Joan Ribó para solicitarle que se cumplan los términos económicos previstos en el preacuerdo de convenio firmado con la dirección de la EMT el pasado 13 de marzo.

Entre otros aspectos, ese preacuerdo prevé un incremento salarial del 2 %, que tendría que haber entrado en vigor a contar desde enero y que los empleados públicos quieren que se haga efectivo ya. Por ende, el presidente del Comité confirmó a Levante-EMV que han pedido formalmente que en el consejo de administración de septiembre se apruebe definitivamente este preacuerdo suscrito entre el gerente Josep Enric García y los representantes de la plantilla.

De las Muelas mostró a este periódico «el profundo malestar» del personal de la EMT con la empresa y con el Ayuntamiento de València. «Porque además no hemos cobrado la prima de julio», comentó. Todo ello, les ha llevado a pedir esta reunión con Ribó y a exigir que el Consejo de Administración ratifique el preacuerdo de convenio.

Si no reciben respuestas o soluciones a sus demandas, «no descartamos tomar medidas» o «iniciar movilizaciones de protesta». De hecho, para hoy mismo había convocada una asamblea en la que se iban a tratar posibles medidas de presión a adoptar «ante la situación de bloqueo» del referido preacuerdo y «por los impagos y los incumplimientos de la empresa», tal como rezaba la convocatoria a la que ha tenido acceso este diario. Ayer mismo, se desconvocó la referida asamblea «por las trabas administrativas» que habría impuesto la dirección de la compañía «con motivo de la Covid-19». Sin embargo, en la propia circular en la que se desconvoca el acto, se anuncia que probablemente el próximo miércoles 9 de septiembre, se celebrará esta asamblea para adoptar posibles medidas de presión. Otras fuentes del colectivo de conductores, confirmaron que entre otras opciones se estaría estudiando «hacer paros» como protesta para reclamar «los complementos pendientes».

Por otro lado, los conductores de la EMT no han acogido con buenos ojos el nuevo carril bici de la Gran Vía de Fernando El Católico y Ramón Cajal, que conectará la plaza España con Nuevo Centro. El presidente del Comité de Empresa calificó de «un peligro para el conductor y el pasaje» el denominado eje ciclable, cuyas obras acaban de empezar y han suscitado quejas por los embotellamientos que van a generar en los próximos 3 meses. «Por la información que tenemos, dado que la empresa no nos ha informado sobre el proyecto, el autobús y el taxi tienen que compartir este carril con la bicicleta y el patinete lo que supone un peligro para el conductor y para el pasaje», dijo De las Muelas. Entre otros aspectos porque el autobús tiene que hacer paradas. «Estamos totalmente en desacuerdo» en que el bus tenga que compartir espacio con la bicicleta. «Los trabajadores de la EMT exigimos carriles exclusivos y protegidos para el transporte público de autobus y taxi», señaló De las Muelas. «Carriles independientes y aislados para los autobuses», remarcó el portavoz de los trabajadores.