El alcalde de València, Joan Ribó, va a impulsar la declaración de Bien de Relevancia Local (BRL) para la histórica Escalera Real del Puerto de València, ubicada a los pies del Edificio del Reloj, y que por las catas realizadas en 2017 se encuentra en buen estado. El viernes mismo Ribó se comunicó con el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez, al que le indicó que esta institución estatal tiene que llevar a cabo la protección y recuperación de este vestigio arquitectónico.
Mientras, la sección de Arqueología del Ayuntamiento de València ya ha completado un informe técnico en el que se concluye la necesidad de declarar BRL la Escalera Real y de incluirla en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos del Ayuntamiento. Esta declaración es el primer paso para proteger esta singular construcción histórica y para que en un futuro próximo pueda ser recuperada, restaurada y puesta a disposición de la ciudadanía.
El dictamen técnico emitido por Arqueología, la semana pasada, subraya la singularidad de la escalera, y su valor patrimonial, tanto por su interés histórico como porque forma parte de la memoria colectiva de los valencianos. No en vano, fue el escenario de numerosas manifestaciones festivas y etnológicas hasta que se cubrió con hormigón. En esa línea, el alcalde consideró que «se trata de uno de los elementos del puerto más emblemáticos que se tienen que recuperar y proteger». «Forma parte -manifestó Ribó- del patrimonio y de la identidad de la ciudad porque representa la puerta de València al mar y fue testigo de numerosos acontecimientos históricos hasta que fue enterrada».
La catalogación como BRL de la Escalera Real supone que pasará a formar parte del Catálogo de Bienes ya referido, y se tendrá que elaborar la correspondiente ficha y definir su ámbito de protección, su entorno y su relación con otros elementos protegidos de la zona. Como el Edificio del Reloj, el núcleo histórico de la Vilanova del Grau -que ya es BRL- y el Baluarte defensivo que estaba al final de la Avenida del Puerto, que debería tener consideración de BIC. De «l'Escala Real», existe una primera referencia documental en 1858. La inmediata visita de la Reina Isabel II al cap-i-casal habría motivado su edificación.
Esta primera y lujosa escalinata fue el antecedente de la definitiva Escalera Real que se construyó en 1895, en el muelle del Grau, alineada con la actual Avenida del Puerto, y que subsistió hasta principios de los años 80 del siglo XX. Lamentablemente, fue enterrada cuando se hicieron las obras de la dársena interior para recibir a los pasajeros y vehículos desde las Baleares. Por último, Ribó enmarcó esta futura actuación, «en la recuperación patrimonial, que forma parte de la apuesta por dignificar y poner en valor la fachada marítima de València». Como se está haciendo «con la Marina y los Tinglados», dijo.
