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Retorno

Vuelven las tartas de San Vicente

La Fiesta de los Niños inicia mañana el reparto de su elemento distintivo a pesar de la cancelación forzosa de su fiesta - El bizcocho, de inconfundible caja, se entregará en cientos de hogares

La tarta se distribuye en una caja muy característica. levante-emv

La cancelación general de las fiestas en la ciudad de València provocó la desaparicion de un plumazo de todos sus rituales. Sin embargo, a partir de mañana, miércoles se recupera uno de ellos. Y que además es una de las imágenes más conocidas en materia de gastronomía festiva en el calendario de primavera.

El miércoles, la comisión de la Fiesta de los Niños de la Calle San Vicente volverá a repartir su bizcocho. Con una receta que permanece inalterable con el paso de los años, los comisionados volverán a ponerse en marcha para repartir a los asociados una tarta especialmente característica. Un pastel rematado por una pringosa salsa de naranja (absolutamente necesaria la rodaja de esta fruta en el centro de la tarta) que a muchos les parece deliciosa y otros una bomba de calorías. Pero que forma parte del imaginario de la última de las fiestas que se celebran en honor al santo dominico. Y que se come, sin duda.

Estas tartas las reparten directivos y niños de la fiesta junto con varios elementos más que le dan a la festividad un carácter de «pueblo» en medio de la gran ciudad: un paquetito de peladillas, unos cirios, la medalla de la fiesta y el «llibret». Ese que este año, obviamente, no se ha editado. La comisión de fiestas no ha hecho más que cumplir con su palabra, puesto que, coincidiendo con el anuncio de la cancelación de la fiesta, el 1 de mayo, también prometió que, si las circunstancias lo permitían, harían reparto (en las cajas de cartón ilustradas con una estampa que bien recuerda a los libros de texto de religión de hace dos generaciones) en septiembre si las circunstancias lo permitían. Que ahora sí. Ese reparto ya debía haber empezado en abril, pero la ciudad estaba confinada. Se pretendía entonces hacerlo en junio pero, finalmente, se retrasó todo a la actualidad, en que es factible «con toda las medidas de seguridad».

La Fiesta de los Niños de la Calle San Vicente se vio este año interrumpida cuando sus organizadores proclamaban que ningún acontecimiento, ni siquiera la Guerra Civil, la había cancelado en casi 400 años de existencia. Este año, las calles de la trasera de la plaza del Ayuntamiento no han podido presenciar ni la procesión de la imagen ni el altar. Ahora, el reto de los organizadores es evitar la huida los asociados. Una condición que pasa prácticamente de generación en generación. Como la tarta con la cubierta de salsa de naranja.

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