El Ayuntamiento de València ha dado un año de plazo al Valencia CF para reanudar las obras del nuevo estadio de Corts Valencianes. El Gobierno del Rialto no apoyará una prórroga de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) para «eternizar» los plazos aunque concede tiempo al club para retomar las obras entre 2020 y 2021 (fecha en la que inicialmente debía estar terminado el nuevo coliseo valencianista). «El nuevo estadio tiene que acabarse y se van a dar los pasos para acabarlo lo antes posible», recalcaron el alcalde, Joan Ribó, y la vicealcaldesa, Sandra Gómez, al término de la reunión que mantuvieron con el presidente del Valencia CF, Anil Murthy, a la que también asistió el vicealcalde, Sergi Campillo.

Ribó subrayó que hay «una necesidad imperiosas de que empiecen las obras del nuevo estadio, paralizado desde hace demasiados años», en concreto desde 2009.

El alcalde, quien recordó que el solar del nuevo estadio que la ciudad permutó al club «tiene que ser amortizado», demandó «gestos» al club que indiquen que retomará las obras. En concreto, demandó al club de Peter Lim que presente, por un lado, el proyecto modificado del nuevo campo porque el actual «ha quedado obsoleto», para poder así tramitar la licencia de obra y, por otro, que empiecen a trabajar en las obras para hacer el polideportivo en el barrio de Benicalap tal como se comprometieron en 2007.«Este es el momento de empezarlo», subrayó.

La reunión con Ribó se produjo un día después del encuentro de Murthy con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, al que pidió una prórroga de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) alegando que el club no puede cumplir los plazos fijados. La ATE fijaba que en 2025 debía haberse producido ya el traslado al nuevo estadio, el derribo del actual y estar terminado el proyecto inmobiliario previsto en la avenida Aragón con siete torres residenciales y una galería comercial.

Para el alcalde, «es difícil de justificar una prórroga en la ATE del Valencia a no ser que se avance en el nuevo estadio y en el polideportivo de Benicalap». «Yo no soy partidario de eternizar una situación que es mala para la entidad deportiva pero sobre todo para la ciudad de València y el barrio de Benicalap, con una infraestructura inacabada en una de las entradas más importantes de la ciudad, que da una imagen que no nos gusta a nadie».

El alcalde aludió al nuevo e inacabado estadio como uno de los «símbolos» del «pasado de obras faraónicas para acabar, o que están judicializadas, o que nos han costado a los valencianos unos sobrecostes imposibles de justificar». «Acabar el estadio del València CF sería dar por acabada esa etapa del pasado», dijo el alcalde, quien recalcó que la decisión de prorrogar la ATE es competencia de la Generalitat. Es poco probable, no obstante, que la Generalitat conceda la prórroga sin el visto bueno del ayuntamiento y en este sentido el alcalde recalcó que «mi opinión es clara: no eternizarlo más».

La vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, que llevará el mañana a la junta de gobierno la anulación del proyecto de reparcelación del viejo Mestalla obligando así al club a «empezar de nuevo» con los trámites de la operación inmobiliaria en la avenida Aragón, insistió en que «se deben dar pasos decididos para acabar el nuevo estadio» y acabar con la mala imagen que ofrece en la entrada a la ciudad la estructura inacabada del estadio.

Tanto Ribó como la vicealcaldesa pidieron ayer al presidente del club que rebajen la tensión con las peñas deportivas del València que han pedido la mediación del ayuntamiento ante la decisión del club de desalojar a las peñas de los locales de Mestalla donde se ubicaban.