«El Gremio está contigo» es el lema con el que el Gremio de Artistas Falleros se dirige desde ayer a las comisiones de falla para impulsar uno de sus patrimonios principales: su propio espacio en la Ciudad del Artista Fallero. Sus espacios, todo el complejo de naves y el entorno, para que las Fallas puedan celebrar aquello que, en estos momentos, se complica: la actividad. Los responsables del colectivo de artistas han iniciado una campaña por todo tipo de resortes para poner en valor el tantas veces cuestionado complejo artesano. Bajo la idea de que es un lugar en el que las comisiones de falla pueden desarrollar actividad. Sobre todo, en un tiempo en el que, como asegura el secretario del Gremio, Ximo Esteve, «todos sabemos que las limitaciones de aforo en los casales pueden lastrar la posibilidad de socializar. Si así ocurre, aquí hay espacios para poder hacerlo».

La utilización del entorno de las naves es una idea que se ha utilizado en determinados momentos. De hecho, durante la pasada legislatura se hicieron intentos para ponerlo más de moda. Desde hace años es el lugar en el que la Junta Central Fallera celebra la fiesta previa a la Batalla de Flores, convertida ahora en una fiesta multitudinaria, en la que las calles se llenan de sillas y mesas y, por la noche, se convierten en una pista de baile. También albergó la fiesta de celebración del Patrimonio de la Humanidad en 2017.

En alguna ocasión, las aspirantes a fallera mayor han acudido a participar en talleres interactivos. Precisamente, esa es una de las opciones menos trabajadas en la relación entre el Gremio y las comisiones, y que se ha puesto en marcha en paquetes turísticos o para empresas: penetrar en un taller y hacer un ejercicio práctico de hacer una falla o un «ninot». Una «experience» en toda regla que se da, pero no como un activo de diario.

El propio Gremio también utiliza su entorno para sus actividades propias. La Nave ha albergado exposiciones, incluyendo las de los aspirantes a artista fallero, o la Festa del Pí, con la que todos los años celebra la Navidad.

Barrio aislado pero accesible

Y es que una de las facilidades que tiene este entorno es que se trata de un barrio aislado, con bastante facilidad para el aparcamiento y sin generar molestias a unos vecindarios que están bastante alejados. Incluso en algunas de estas festividades se han permitido el lujo de quemar fallas (la del Patrimonio o el "Pí" anual) a pesar de estar rodeado de naves con elementos combustibles, pero que siempre se han celebrado con el acompañamiento de dotaciones de bomberos.

«Todos sabemos que cerrar una calle es un problema. Y más en las actuales condiciones. Estamos convencidos de que aquí no hay tantos problemas. Es verdad que la calle no es nuestra, pero también entendemos que es mucho más factible porque aquí estamos aislados, no hay prácticamente tráfico, ha accesos fáciles...» lo que se traduce en lugares donde «se puede hacer prácticamente de todo, aunque siempre sujeto a todas las normativas, evidentemente. Desde campeonatos deportivos a concursos infantiles, ensayos de teatro...». En la calle y en La Nave. «Reúne condiciones idóneas para actividades que quizá en el casal no pueda hacerse. Partiendo de una base «para evitar malentendidos: el Gremio no quiere, bajo ningún concepto, hacer negocio. Nos interesa mucho más la sinergia y la relación. Para la Nave estamos hablando de un alquiler mínimo, que también pagan los propios artistas cuando lo precisan. Y hacer las actrividades con todos los protocolos de seguridad». Por último queda, para eventos más grandes, el más habitual Salón Museo, la sala de fiestas «que está mejorando las instalaciones» y que, por ejemplo, este sábado acogerá la primera proclamación de falleras mayores.