La eventual anulación, por incumplimiento de plazos, de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) del Valencia agranda el agujero económico del club, con una deuda con bancos y acreedores de 563 millones de euros, en la que se incluyen 10 millones que se deben a la ciudad por la parcela del nuevo estadio.

Sin el paraguas de la ATE, se devalúan los terrenos tanto del nuevo como del actual campo de Mestalla, donde se podrán construir 400 viviendas y una galería comercial (que desaparecerá si se anula la ATE).

El Valencia CF ya vio frustrada en marzo pasado la operación de venta del campo de Mestalla a ADU Mediterráneo, la primera mercantil que presentó una propuesta formal para desarrollar el plan urbanístico de Mestalla, paralizado durante años. ADU anunció un proyecto inmobiliario, basado en el modelo de cooperativas de viviendas, con una inversión de 400 millones de euros, que fracasó en marzo al no alcanzar la cifra de cooperativistas para hacerla viable.