Un carril bici que sale adelante con unas pocas decenas de votos y luego levantan a un barrio en armas; un parque infantil que recibe el apoyo de un colectivo que en realidad lo que quiere es alejar la prostitución de la zona; o proyectos que están en la agenda del gobierno municipal y se «colocan» en los presupuestos participativos reservados para los vecinos. Son algunas de las situaciones que se producen cada año en el programa «DecidimVLC» y que la Agencia Valenciana Antifraude quiere que se corrijan. A raíz de una denuncia anónima, la entidad ha elaborado un decálogo de recomendaciones para el Ayuntamiento de València con el fin de evitar ciertas anomalías en la confección de los presupuestos participativos, que este año dispondrán, como el año anterior, de ocho millones de euros. Como se ha dicho, las recomendaciones de la Agencia Valenciana Antifraude surgen a raíz de una denuncia anónima en la que la entidad no ha apreciado fraude. Sin embargo, esa denuncia ha motivado una investigación interna sobre los «DecidimVLC» cuya finalidad era «comprobar posibles aspectos susceptibles de mejoras o buenas prácticas». Eso sí, sin interferir en «la autonomía local y sin prejuzgar ninguna actuación irregular». De hecho, estas recomendaciones no tiene carácter vinculante. Simplemente pretenden «implementar una cultura de la ética y de la integridad pública». Para empezar, sugiere que se justifique la presencia de algunos proyectos en los presupuestos municipales y en los presupuestos participativos, así como coordinar unos presupuestos y otros con todas las áreas municipales.

Y pide que en el proceso de participación haya proporcionalidad entre el número de votos que se necesitan para la selección de diversas inversiones y el incremento del porcentaje de participación ciudadana efectiva. Y es que la participación, de aproximadamente el 3% de la población, es otro de los asuntos que más preocupan a la Agencia Valenciana Antifraude, hasta el punto de que para mejorarla propone que se facilite un enlace permanente visible desde la web del ayuntamiento; intensificar la campaña de divulgación del proceso; utilizar espacios de deliberación presencial o telemáticos y publicar los resultados del proceso participativo y el seguimiento de su ejecución en formato abierto y reutilizable. Finalmente, el decálogo de recomendaciones de la Agencia propone que se incluya algún mecanismo en las bases reguladoras de «DecidimVLC» que permita la detección y posterior control de posibles conflictos de intereses y habilitar en futuros procesos participativos un canal específico de denuncias o quejas de la ciudadanía que detecte alguna disfunción en el proceso. Según la Agencia Valenciana Antifraude, «desde el primer momento, el Ayuntamiento de València ha recibido y valorado la recomendación efectuada por la entidad y «ha aceptado valorar la incorporación del grueso de las recomendaciones en los sucesivos procesos de participación». Ayer precisamente, el Grupo Popular del Ayuntamiento de València denunció que los de este año van con retraso.