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València pide agua a la CHJ para que el nuevo cauce vuelva a ser un río

El alcalde Ribó demandará agua del Turia para garantizar el caudal ecológico "constante y controlado" - "Es una segunda oportunidad fluvial" para la ciudad, defiende Compromís

València pide agua a la CHJ para que el nuevo cauce vuelva a ser un río

La propuesta de renaturalización del nuevo cauce del Turia, bautizada como «Llit nou, riu nou» que el alcalde de València, Joan Ribó, de Compromís, presentó el jueves a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, prevé la recuperación de un caudal ecológico de agua constante procedente del Turia. La regeneración ambiental para uso público de esta infraestructura hidráulica, construida hace medio siglo para canalizar las avenidas de agua como la devastadora riada de 1957, es la gran apuesta de las políticas verdes de Ribó, que busca apoyos y complicidades para impulsarla. El principal el de la Confederación Hidrográfica del Júcar, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, con cuyos técnicos está prevista una reunión, según se acordó en el encuentro que la ministra Teresa Ribera y el alcalde mantuvieron en Madrid, al que también asistió el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo.

El alcalde defiende los nuevos usos para el nuevo lecho del Turia, habitualmente seco y que, con 11,8 kilómetros de longitud, se considera una «pieza clave del futuro del territorio» en un contexto de cambio climático. Para Ribó, el nuevo cauce «fue un proyecto eficaz, pero incompleto» porque «solo se consideró desde el punto de vista de la avenidas, dejando de lado la función ecológica de un río». El nuevo cauce es «una segunda oportunidad fluvial para el territorio». El ayuntamiento demanda que en la nueva delimitación del Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del Parc Natural del Túria y en la nueva redistribución del agua se garanticen aportes para el nuevo cauce. Recuperar el río, con su flora y fauna, permitiría, además, saldar la deuda histórica con la València del sur. Ribó recordó el jueves a la ministra que hay experiencias anteriores exitosas como la del río Besòs o el Manzanares.

El alcalde ve posible compatibilizar la función principal de control de avenidas del nuevo cauce con otros usos ciudadanos y ambientales y plantea, así, una ambiciosa intervención a tres niveles: hidrológico, ecológico y social. En el proyecto, que lleva varios años anunciándose, será imprescindible programar acciones de seguridad y movilidad y accesibilidad al estar el nuevo cauce flanqueado por un carreteras de intenso tráfico. Además de un cauce ecológico con «un caudal mínimo permanente de agua y de origen controlado», el ayuntamiento propone crear un carril-bici, intervenir en los taludes de hormigón del cauce, generar estanques, huertos urbanos, introducir vegetación y dotaciones, así como «áreas polifuncionales para usos eventuales». El nuevo cauce se convertirá así en el conector del Parque de Cabecera con el litoral. El ayuntamiento propone la creación de un órgano de gestión compartida con las administraciones y municipios implicados del nuevo parque. El ayuntamiento aboga ahora, 50 años después de la inauguración de la infraestructura hidráulica, por culminar la obra con una intervención que le de mayor utilidad. El vicealcalde Sergi Campillo asegura que la renaturalización del nuevo cauce es «una oportunidad para el área metropolitana», por eso se busca la implicación (política y también económica) de los municipios lindantes con el nuevo cauce para convertir la barrera entre municipios y poblaciones vecinas que hoy en día supone el nuevo cauce en un «elemento de vertebración». Está por ver ahora si el interés que la ministra de Transición Ecológica mostró, según el alcalde, sobre el proyecto recibe el apoyo de la Confederación Hidrográfica del Júcar imprescindible para hacerlo viable y con cuyos técnicos está prevista en breve una reunión.

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