El viealcalde y concejal de Emergencia Climática, Sergi Campillo, anunció ayer la inminente ejecución del acondicionamiento provisional de una parte del futuro Parque de Desembocadura en Natzaret. En enero próximo hará dos años que el alcalde, Joan Ribó, asistió al derribo del muro que separaba los terrenos de la antigua fábrica Moyresa del barrio de Natzaret, que, en virtud al acuerdo firmado con la Autoridad Portuaria de València, se cedieron a la ciudad para incorporarse al futuro parque de desembocadura. Entonces se anunció una actuación provisional en los terrenos de la antigua fábrica para ajardinarlos y acondicionarlos provisionalmente entretanto se avanza en el nuevo parque de la desembocadura, llamado a culminar, junto con la ejecución del tramo final del viejo cauce, el Jardín del Turia y para el que el gobierno municipal ha anunciado la convocatoria de un concurso de ideas.

La Autoridad Portuaria se comprometió a sanear y desbrozar la zona para dar paso a la actuación provisional por parte del ayuntamiento. Sin embargo, el parque sigue cerrado y sin acondicionar. El vicealcalde admitió ayer los retrasos, que atribuyó a la presencia de restos de edificaciones peligrosos que ha sido necesario eliminar antes de abrirlo al público. El proyecto de acondicionamiento provisional ha sido encargado a una empresa especializada, explicó Campillo, quien confió en que en unos meses los vecinos de Natzaret puedan tener disponible este parque. Además de nuevo arbolado estaba previsto instalar en el jardín provisional una zona de ejercicios saludables. La previsión es volver a cerrar el parque por las noches como ocurre con la mayoría de parques urbanos. La valla de la fábrica, que delimita también la frontera del puerto y la ciudad, se mantendrá de momento, aunque el jardín la convertirá en permeable y en espera del proyecto definitivo del parque de desembocadura con 23 hectáreas de superficie.