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Polémica

Los chiringuitos tramitan sus reformas en pleno debate sobre el paseo marítimo

Los hosteleros de la Malva-rosa están solicitando ya las licencias de obras para remodelar sus locales y terrazas - Costas, por contra, ve incompatibles los usos terciarios en dominio público e insta a eliminarlos del plan del Cabanyal

Los chiringuitos tramitan sus reformas en pleno debate sobre el paseo marítimo

El informe de la Demarcación de Costas de València, dependiente de la Dirección General de la Costa del Ministerio de Transición Ecológica, que pone reparos a los usos terciarios en la franja de dominio público máritimo-terrestre y que mantiene bloqueado el plan especial del Cabanyal (PEC), ha cogido a los propietarios de los chiringuitos y arrocerías de la Malva-rosa en plena tramitación de los proyectos de remodelación de sus locales y de las terrazas. Tal como informó este diario, Costas reiteró en agosto pasado, durante la fase de alegaciones al informe definitivo del plan del Cabanyal, lo que ya advirtió en la fase preliminar, esto es, que el uso terciario propuesto «es incompatible con la propia naturaleza del dominio público marítimo-terrestre». Costas, que también reiteró su rechazo al hotel de 15 alturas proyectado en Eugenia Viñes, instó al consistorio a subsanar el planeamiento en cuanto a los usos terciarios, precisando, no obstante, que esta incompatibilidad genérica para los usos terciarios está al margen de las concesiones para a ocupación del suelo que se puedan otorgar. El gobierno municipal del Rialto, una coalición de Compromís y PSPV, anunció una reunión con Costas este mes de septiembre para explicar de primera mano los detalles del plan y aclarar lo que se consideran errores de interpretación.

De momento, se ha producido una primera reunión técnica, el pasado viernes, si bien ha habido pocos avances, con lo que el plan sigue en espera del informe preceptivo y vinculante de Costas. En la reunión de la pasada semana del alcalde, Joan Ribó, con la ministra de Transición Ecológica se presentó el plan para renaturalizar el paseo marítimo pero no se abordaron los reparos de Costas al plan del Cabanyal. No es la primera vez que Costas pone en el punto de mira a los chiringuitos de la Malva-rosa y del paseo de Neptuno, también los de Pinedo o El Saler. El último deslinde del ministerio obligó a los restaurantes a reducir drásticamente la superficie de las terrazas, que son el verdadero negocio de estos locales. «Muchos no vendrían aquí si no fuera por las vistas» privilegiadas al mar, recalcan los hosteleros del paseo marítimo, que este verano han «salvado la temporada», porque «los pocos turistas nacionales que han llegado han venido aquí». La remodelación en curso de los locales, que podrán habilitar terrazas en la primera planta para reducir su huella sobre el dominio público, fue la solución para evitar el cierre de los restaurantes del frente marítimourbano de València.

La pandemia ha obligado a los hosteleros a retrasar un año las obras, sin embargo, el portavoz de la asociación de hosteleros de la Malva-rosa, José Miralles, recalca que los «trámites siguen su curso» y «hay reuniones con los técnicos casi todas las semanas». «Estamos en plena tramitación de las licencias de obras para reformar los locales», explicó Miralles, quien afirma que «no tiene sentido» que Costas ponga ahora trabas a los restaurantes, «cuando hace un año dio el visto bueno a los proyectos de remodelación». Una remodelación de los chiringuitos que permitirá las terrazas en la primera planta adaptándose así a las exigencias de Costas, que exigió a los hosteleros que redujeran aforo, lo que en su día ya enfrentó al gobierno municipal del PP, con el anterior Gobierno socialista. Los redactores del plan del Cabanyal (Gerardo Roger y Luis casado) confían en Costas acepte sus argumen en próximas reuniones para mantener el hotel en altura, al tiempo que destacan que los usos terciarios que recoge el plan son los mismos que ya hay reconocidos.

Los hosteleros de la Malva-rosa no ven peligrar sus negocios pese a los reparos reiterados que el jefe del Servicio de Gestión de Dominio Público de la Demarcación de Costas de València ha puesto al plan del Cabanyal. Hace tres años Costas les renovó las concesiones hasta 2047. Les preocupa más que con la renaturalización del paseo marítimo que impulsa el alcalde, Joan Ribó, «nos pongan las dunas delante y nos quiten las vistas al mar», el gran reclamo de sus negocios, explica el portavoz de la Asociación de Hosteleros de la Malva-rosa, José Miralles. Por eso piden máxima participación en el proyecto de reforma, que entienden necesario pero «con participación de todos». «Somos 50 negocios de hostelería en todo el frente litoral algunos con más de 80 años de historia», recalca Miralles, quien reprocha a la Generalitat y al ayuntamiento que se olviden en las inversiones y planes de reconstrucción de los poblados marítimos, que están abandonados pese a su potencial».

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