La Ordenanza de Convivencia que ultima la Concejalía de Protección Ciudadana del Ayuntamiento de València incluirá sanciones relacionadas con la covid-19 o cualquier otra pandemia, entre ellas multas por no llevar mascarilla, no guardar la distancia de seguridad o fumar en lugares prohibidos. El objetivo, según la declarado el concejal Aarón Cano, es ponerse al frente del proceso sancionador y agilizar la tramitación de las multas, que ahora son responsabilidad de la Generalitat Valenciana. La Ordenanza de Convivencia, que aborda asuntos tan cotidianos como el botellón, las molestias vecinales o los excrementos de mascotas, ha sido elaborada por el consistorio con la participación de la Universitat de València y debía haberse presentado este mes de septiembre. Sin embargo, se ha hecho un leve parón en la tramitación para incluir medidas relacionadas con la pandemia actual o con otras que pudieran venir en el futuro.

Aarón Cano calcula que finalmente esa ordenanza irá al pleno este otoño, si no en el mes de octubre, en el de noviembre. De hecho, ya ha realizado varias consultas con el técnicos para obtener el visto bueno y próximamente lo debatirá con las asociaciones de vecinos, que han tenido una amplia participación en la confección de la ordenanza. La idea, según dijo, no es reproducir en la ordenanza todo el reglamento sancionador de la Generalitat Valenciana, sino aquellas cuestiones más comunes que se pueden abarcar desde el Ayuntamiento de València, fundamentalmente el uso de medidas de protección personal, la distancia de seguridad o la prohibición de fumar en determinados lugares. De esa manera, asegura el concejal de Participación Ciudadana, se agilizará mucho el proceso sancionador, pues la carga de trabajo de la Generalitat, que se ocupa de las sanciones de toda la autonomía, dificulta una tramitación suficientemente ágil. Hay que tener en cuenta que solo en la ciudad de València se han puesto más de cinco mil sanciones por mascarillas, recuerda. «Nosotros ponemos la multa y nosotros la gestionamos. De esa manera irá todo más rápido y tendrá el efecto que tiene que tener», precisó el concejal, que insiste en la necesidad de ser muy diligentes en la lucha contra la pandemia. En estos momentos se está estudiando detenidamente cuáles son las atribuciones que se pueden trasladar a la ordenanza e incluso la cuantía de las sanciones, que no tiene que ser la misma que el Reglamento de la Generalitat Valenciana. «Lo único que podemos decir en este momento es que las cuantías no serán desproporcionadas, porque no queremos tampoco dañar demasiado a la gente», explicó.