El botellón, el desmantelamiento, aunque sea provisional, de la Policía de Barrio y la falta de efectivos son tres de los problemas en los que coincidieron ayer el Sindicato de Policías y Bomberos con la Federación de Asociaciones de Vecinos, tras la reunión mantenida con su presidenta, María José Broseta.

El rebrote de los botellones fue uno de los temas contemplados con más preocupación. Los representantes del cuerpo de funcionarios lo consideran como una consecuencia de la situación actual, con el cierre de locales de ocio nocturno y la reducción del horario de apertura. «Dicho ocio se ha trasladado, sin control y con gran riesgo sanitario, a los parques, donde se concentran los jóvenes y no tan jóvenes, con conductas de riesgo y molestias a los vecinos (basuras, orines, ruidos, peleas…) que hace n necesario actuar con mayor intensidad si se quiere controlar. Más policías, un procedimiento de actuación más simple para la denuncia y una mayor implicación de otros cuerpos policiales, son medidas necesarias para abordarlo».

El sindicato expresó la preocupación por la falta de agentes con una crítica hacia el ayuntamiento, «que alardea de superávit y no refuerza el servicio ni siquiera pudiendo nombrar interinos para sustentarlo mínimamente".

También le expresaron a la presidenta vecinal, para que haga suya la demanda, «la necesidad de reincorporación de los policías de barrio, y de su refuerzo efectivo para que no sea una presencia testimonial en las calles»