València no será la Capital Europea de la Innovación 2020, título que ostentará Lovaina (Bélgica), pero ha quedado entre las seis ciudades europeas más innovadoras, según se ha desvelado este jueves en las Jornadas Europeas de la Investigación y la Innovación.

Las cinco subcampeonas son Cluj-Napoca (Rumanía), Espoo (Finlandia), Helsingborg (Suecia), Valencia y Viena (Austria) y recibirán 100.000 euros cada una de ellas. Este año más de 35 ciudades de 20 países se postularon para esta distinción.

Desde Las Naves, centro de innovación del Ayuntamiento de València, han dado la enhorabuena a la ciudad belga y han indicado que Missions València 2030 "sigue adelante" y seguirá "trabajando duro" porque "el destino lo merece".

Este galardón, financiado por el programa de investigación e innovación de la UE, Horizonte 2020, reconoce a las ciudades europeas que desarrollan ecosistemas dinámicos de innovación para hacer frente a los retos sociales y mejorar la vida de sus habitantes.

Los finalistas de este año eran, además de València, Cluj-Napoca (Rumanía); Espoo (Finlandia); Gante (Bélgica); Groninga (Países Bajos); Helsingborg (Suecia); Leeuwarden (Países Bajos); Linz (Austria); Lovaina (Bélgica); Milán (Italia); Reikiavik (Islandia) y Viena (Austria).

Un jurado seleccionó a los 12 finalistas analizando cómo utilizan las ciudades soluciones innovadoras para responder a los retos sociales, cómo las aplican en el proceso de desarrollo urbano y, en general, cómo implican a las comunidades locales en la toma de decisiones.

La ciudad ganadora recibe el título de Capital Europea de la Innovación 2020 y una dotación de 1 millón de euros para fomentar sus actividades de innovación y aumentar su capacidad para conectar a las personas con el sector público, el mundo académico y las empresas y lograr así beneficios para sus comunidades.

Barcelona ganó la primera convocatoria en 2014 por el uso de las nuevas tecnologías para acercar la ciudad a las personas y fomentar el crecimiento económico. Ámsterdam ganó en 2016, por la creación de un ecosistema de innovación con cuatro dimensiones: empresas inteligentes, empresas de nueva creación, habitabilidad e innovación social digital.

En 2017 el premio fue para París, por su apoyo al crecimiento de la comunidad local de empresas emergentes y a las iniciativas que se ofrecen a los ciudadanos por participar activamente en la definición del modelo de ciudad.

En 2018 el premio recayó en Atenas, como ejemplo de ciudad que, a pesar de tener que afrontar muchos retos, utilizó la innovación para ayudar a la comunidad local a introducir cambios y abrirse al mundo. Nantes recibió el premio en 2019 por acelerar la participación democrática en la resolución de desafíos como la energía, el envejecimiento, la transición digital y la inclusión social.