A lo largo de los últimos meses ha quedado demostrado que el derecho de manifestación, inalienable, está siendo compatible con las medidas sanitarias. El derecho, que no la puesta en práctica, puesto que las concentraciones, con reivindicaciones de todo tipo, han puesto en evidencia que, una vez empezados los cortejos, el concepto de «distancia de seguridad» brilla por su ausencia. 

El caso es que, de cara al 9 d’octubre, de poco han servido las advertencias y las peticiones para evitar los actos masivos. Y la Delegación de Gobierno ha optado, finalmente, por autorizar las manifestaciones y concentraciones solicitadas para la tarde del día de todos los valencianos. 

De nada han servido los mensajes, directos o subliminales, para que cada colectivo salga a reivindicar su particular valencianismo como si no hubiera un mañana. Y eso es lo que sucederá por la tarde, después de que, por la mañana, el Ayuntamiento haya reducido a pulpa las celebraciones precisamente para evitar esas concentraciones, incluso a pesar de que la celebración matutina suele ser bastante más pacífica. 

Ayer se estudió el operativo de seguridad y fue donde el subdelegado del Gobierno y exconcejal Rafael Rubio confirmó que las autorizaciones se otorgarán teniendo en cuenta que estamos en «un país donde los derechos y libertades fundamentales están plenamente vigentes»

Siete actos en un día

El particular programa de festejos está formado por cinco concentraciones -una matinal y tres vespertinas- y dos manifestaciones, una para cada banda horaria.  

Las marchas están convocadas por el partido Avant por la mañana y la Asociación Reino de Valencia de Gais y Lesbianas, por la tarde, dos clásicos en las convocatorias de las marchas anticatalanistas que desfilaban después de la Comissió 9 d’Octubre.

Ésta y Acció Cultural sustituyen su habitual manifestación vespertina por una concentración en el Parterre a las 18 horas. Pero sesenta minutos antes, en el mismo sitio, será el turno de la Asociación Mi Tierra CV, antagónica políticamente. 

Por la mañana lo hará el partido Defenem Valencia en el mismo lugar; la Coordinadora Obrera Sindical por la tarde en la plaza del Ayuntamiento (este año queda expedita ante la ausencia del desfile de Moros y Cristianos) y, por si fuera poco, y fuera de las concentraciones identitarias, hay prevista una concentración sobre la emergencia climática de la que todavía se desconoce el sitio y la hora.

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No hay marcha atrás. «Evidentemente, vamos a dar las autorizaciones» dijo Rafael Rubio. «Se ha pedido autorización para concentraciones y manifestaciones. Evidentemente, las vamos a dar. Estamos en un país donde los derechos y libertades fundamentales están plenamente vigentes, pero hacemos un llamamiento a los responsables de estas concentraciones y manifestaciones para que cumplan las medidas de seguridad» ante la pandemia. «Las normas se deben cumplir a rajatabla y los participantes deben asumir esa responsabilidad». 

Narciso Estellés será el abanderado

El Ayuntamiento de València no ha cambiado el guión y mantiene la suspensión de la Procesión Cívica. La «senyera» no saldrá de la Casa de la Vila, pero sí que podrá ser visitada por el pueblo. Será en las tardes del 8 y 9 a partir de las cuatro y tres de la tarde, respectivamente. A las ocho y media se cerrará el acceso de la cola -si la hubiera-. El operativo estará pendiente de que dicha cola será, obligatoriamente, con distancia entre personas. 

Una vez en el salón, el personal municipal procurará, según afluencia, que los visitantes estén un tiempo «razonable» contemplando la enseña para poder dar paso al siguiente. «Si no hubiera mucha, importa menos, pero si hay cola, no se cronometrará, pero sí que se procurará que sea ágil para dar oportunidad a todo el mundo». 

Como actos institucionales, el día 8, a las 13 horas, se entregarán los títulos de Hijos de la Ciudad. Y el día 9, a mediodía, el homenaje a la «senyera». El abanderado de Ciudadanos será finalmente Narciso Estellés, que finalmente pasa por delante de la número dos del grupo. Rocío Gil, atendiendo al hecho de ser edil desde la primera legislatura. El edil recibirá la enseña un poco antes tras la lectura del acta y la llevará nuevamente al Salón. Se tratará, en esta ocasión, de un alferazgo menos intenso que con una procesión por las calles. Pero tendrá un papel protagonista en ese acto institucional. 

Independientemente de estos actos, se celebrarán pequeños castillos y «mascletades» en los pueblos, salvo un pequeño disparo aéreo en la azotea del edificio consistorial, a las 13 horas del día grande.  

Lo Rat Penat, en el Te Deum

Lo Rat Penat, por su parte, participará en el Te Deum y hará una ofrenda a Jaime I y a Vinatea.