El alcalde de València, Joan Ribó, responsabilizó ayer al concejal de Movilidad Sostenible y presidente de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), Giuseppe Grezzi, de la destitución de Josep Enric García Alemany como gerente de la compañía al tiempo que volvió a alabar la gestión del directivo durante estos 5 años.

«Para mí es una decisión dolorosa. Lo tengo que decir con muchísima claridad», indicó el máximo responsable municipal, que señaló que entiende «perfectamente» que «se quiera comenzar una nueva etapa» en la empresa. Sin embargo, aclaró que la destitución de García ha sido «una decisión del compañero Grezzi, que es el responsable» de la firma municipal, aunque matizó: «Sabía que esto se iba a producir» desde hace tiempo.

A diferencia del concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, en su intervención del miércoles para anunciar el cese, Joan Ribó sí vinculó el relevo forzado de García Alemany con el fraude de los 4 millones ocurrido en la EMT y con la comisión de investigación abierta por este hecho. «El tema del fraude ha originado la necesidad de empezar una nueva época», comentó a la prensa. Luego también puntualizó que el cese «tiene que ver con la comisión de investigación porque se va a poner fin» a este órgano de control interno, donde previsiblemente se iba a pedir la destitución de García Alemany.

«El trabajo de este gerente ha sido un trabajo muy positivo. Seguramente, ha cometido un error, fiarse de una persona, de una directiva con 30 y pico años de experiencia y fiarse de una entidad bancaria», manifestó respecto a Celia Zafra, la jefa de Administración de la EMT despedida, a partir del robo de los 4 millones; y de Caixabank, el banco que realizó las transferencias de la estafa. El alcalde quiso «reivindicar todo el trabajo» hecho por Josep Enric Alemany desde 2015 cuando se incorporó a su dirección. «La EMT que él deja es muy diferente a la que había cuando él llego». «Recuerdo cuando Montoro -el exministro de Hacienda con el PP, Cristóbal Montoro- decía que se disolviera esta empresa porque era insolvente prácticamente», relató el alcalde.

Luego siguió haciendo balance de los logros de García Alemany. «La edad media de los autobuses se ha reducido de una forma muy importante. En este periodo el número de personas que ha tenido la EMT ha crecido de una manera muy importante», declaró. La compañía, abundó, «ha tenido premios» y ha sido, según «el último Barómetro que hizo el Ayuntamiento de València -a final de 2019-, el servicio municipal mejor valorado por parte de los ciudadanos».

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Por último, Ribó matizó que «la crisis» abierta en el seno de la EMT se acabará «el día que recuperemos el dinero» defraudado. Y en ese sentido, desde el consistorio se sigue «trabajando en esa dirección», para recuperar los 4 millones de euros.

 La empresa se gastará 10 millones en las nuevas marquesinas pese a perder 27 por la pandemia


El Consejo de Administración de la EMT, con los votos de los consejeros de Compromís y PSOE, tiene previsto aprobar el lunes un gasto de 10 millones de euros en el contrato para instalar 900 nuevas marquesinas en la ciudad. Este contrato se amortizará, ha informado la empresa, con los ingresos generados por la gestión de la publicidad, ya que por primera vez la EMT obtendrá beneficios de la explotación publicitaria, unos 6,6 millones en los próximos 5 años. La compra de estas marquesinas, que está previsto que se instalen durante el primer trimestre de 2021, también conllevará más comodidad para los usuarios.


Con todo, esta inversión millonaria ha sido criticada por los sindicatos -UGT y CC OO-, entre otros, y por la oposición -PP, Cs y Vox- que entienden que ante la delicada situación económica a la que se enfrenta la EMT de aquí a final de año, no debería acometerse ahora.


Concretamente, el presidente de la compañía Giuseppe Grezzi reconocía a primeros de septiembre que, debido a la bajada de ingresos por la disminución de viajeros, hasta agosto, la EMT ha perdido 15,5 millones mientras que a final de año, en el peor escenario, se espera que la empresa pueda arrojar pérdidas de hasta 27 millones de euros. 


Los consejeros también tratarán otros asuntos como implementar y sacar a concurso un plan de prevención de delitos (Compliance), que de haber existido hace un año, quizá hubiera permitido evitar el fraude de los 4 millones, o al menos reducir su impacto mediante la implantación de una serie de cortafuegos dentro de la empresa. Además, el Consejo tiene que decidir sobre la adjudicación del contrato de suministro de mascarillas higiénicas reutilizables para la plantilla, así como sobre la posible creación de un «Medio Propio» de comunicación y atención digital para la EMT. 


También está previsto que Compromís y PSOE doten de «poderes amplios» al adjunto a la dirección, Toni Martínez, para que tome las riendas de la empresa de momento. Y por último, los consejeros del Govern del Rialto acordarán presentar un contencioso-administrativo contra la resolución del Consell de Transparencia que obliga a la EMT a entregar un centenar de documentos a los consejeros del PP.