La fachada principal de la cárcel de mujeres de València, actual colegio público 9 d’Octubre, exhibe desde ayer una placa que recuerda que allí sufrieron represión, torturas y penurias cientos de mujeres durante el franquismo. Algunas fueron fusiladas, la mayoría padeció vejaciones y otras sufrieron el peor de los castigos, el robo de sus hijos, algunos nacidos dentro de la prisión en las peores condiciones. «Es esperanzador que un lugar de tortura y venganza lo ocupen hoy niños a los que se educa en libertad», aseguró ayer Judith García, portavoz de la plataforma de mujeres que impulsó hace un año y medio el reconocimiento y la colocación de la placa. En ella se lee (en valenciano) «no olvidamos a las republicanas represaliadas, a las luchadoras contra la dictadura y a todas las mujeres presas por leyes discriminatorias».

Y es que en la cárcel de València se encarceló a mujeres no solo por sus ideología política, por ser rojas y republicanas, como la «Jabalina», también por ser adulteras, por abandonar el hogar o por abortar. Víctimas todas de leyes discriminatorias y machistas.

Al acto de inauguración de la placa, que se desarrolló con límite de aforo en el patio del colegio por el coronavirus, asistieron el alcalde, Joan Ribó, y la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, y la mayor parte del equipo de gobierno del Rialto, incluidos los vicealcaldes, Sandra Gómez y Sergi Campillo. También representantes sindicales, feministas y personalidades del mundo de la universidad, como la historiadora Vicenta Verdugo, autora de numerosas publicaciones que arrojan luz sobre lo que fue la represión franquista hacia las mujeres.

El reconocimiento, destacó Joan Ribó, pone fin a una «anomalía» de la historia porque «lo que no se muestra se olvida». Y las mujeres represaliadas del franquismo han sido las grandes olvidadas. Así lo destacó Oltra quien subrayó que «sin las mujeres no tendremos nunca el relato completo».

La concejala de Igualdad, Lucía Beamud, recordó que gracias a mujeres como las que estuvieron presas en la cárcel de València, las personas nacidas en democracia «»disfrutan de todos los derechos». Unos derechos que son «frágiles» y que hay que proteger, destacó Judith García.

García agradeció el apoyo del alcalde y del gobierno municipal, gobernado por Compromís y PSPV, a su iniciativa, que requirió el visto bueno de la Conselleria de Cultura por ser la cárcel, construida en 1925 por Vicente Agustí, un edificio protegido.

La bibliografía y la investigación sobre la represión del franquismo hacia las mujeres sigue siendo una asignatura pendiente. Prueba del olvido y la invisibilidad de esta parte de la historia ha sido la cárcel de mujeres, ubicada en la calle Democracia, anteriormente Castán Tobeñas, a la que ya se cambió el nombre hace varios años en aplicación de la ley de la Memoria Histórica.

Beamud destacó el trabajo realizado por la feminización del espacio público, aunque admitió que todavía queda mucho por hacer. La placa de la cárcel de mujeres llega años después de que este reconocimiento se hiciera en la cárcel modelo y actual complejo administrativo 9 d’Octubre, la que fue prisión de hombres ubicada a pocos metros del penal de mujeres.