El acuerdo suscrito hace dos semanas por Correos, el Ayuntamiento de Barcelona y el Consorcio de la Zona Franca para la cesión a la ciudad condal del edificio histórico de Correos tiene diferencias sustanciales en relación a lo que negocian para el edificio de Correos de València el Consell y la sociedad estatal postal. El edificio de Correos de València, que ocupa un lugar destacado en la plaza del Ayuntamiento y centro neurálgico de la ciudad, será adquirido por el Consell, posiblemente vía permuta.
Tal como informó este diario, la Administración valenciana estaría dispuesta a ofrecer en la negociación con Correos suelo logístico en el extrarradio, como en Parc Sagunt II, al que poder trasladar la actividad actual que se realiza en el edificio del centro. Un acuerdo que podría ir acompañado de alguna aportación por el Consell y donde podrían quedar englobados otros locales de Correos en el territorio valenciano, como los de Castelló y Elx.
El acuerdo firmado por Correos con el ayuntamiento de Barcelona y el Consorcio de la Zona Franca, en cambio, no contempla la enajenación del inmueble, situado junto a la vía Laietana, en el centro histórico, sino una cesión de uso, según explicaron fuentes del Consorcio de la Zona Franca, que se encargará de la adecuación del edificio. De hecho, Correos mantendrá la titularidad del inmueble de Barcelona y la actividad de la actual oficina de atención al público. El resto del edificio, ahora casi sin uso, se destinará a centro de innovación..
La reconversión del edificio de Correos de Barcelona, construido en 1926, a los nuevos usos la acometerá el Consorcio de la Zona Franca, una entidad pública (50% estatal y 50% del Ayuntamiento de Barcelona) encargada de gestionar el polígono industrial de la Zona Franca. Los ingresos por los arrendamientos se destinan a impulsar mejoras económicas y de dinamización en Barcelona y el área metropolitana. El preacuerdo, según informaron las mismas fuentes, prevé impulsar un complejo centrado en la economía digital. El coste de la actuación está por cuantificar.
La intención del ayuntamiento de Barcelona es reconvertir el edificio de Correos en un espacio de innovación, formación y fomento de «startups» con el objetivo de dinamizar el centro histórico, en plena crisis del covid, como alternativa a la economía monocultivo del turismo. El uso que se baraja para el edificio histórico de València es distinto al de Barcelona, y se centraría en un proyecto cultural, aunque también podría tener cabida la innovación.
La creación de un nuevo museo, destinado a Joaquín Sorolla o incluso a museo fallero, en pleno centro de la ciudad, en una plaza en vías de reurbanización y peatonalización, se ve como un revulsivo para un entorno muy terciarizado, tanto por las oficinas como por los usos hoteleros.
A la firma del preacuerdo para la cesión del edificio de Correos de Barcelona el pasado 7 de octubre asistieron el ministro de Transportes, el valenciano José Luis Ábalos, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el presidente del Consorcio, Pere Navarro, y el presidente de Correos, Juan Manuel Serrano.
En Barcelona, a diferencia de lo que se ha planteado en València, el ayuntamiento tiene una parte activa en el acuerdo con Correos. La alcaldesa, Ada Colau, es de hecho firmante del acuerdo de cesión. El alcalde de Valencia, Joan Ribó se ha desmarcado de la negociación para la adquisición del edificio, vía permuta, del edificio de Correos. El alcalde, de Compromís, si reclama la participación de la ciudad a la hora de definir los eventuales usos del edificio, restaurado hace unos años.
