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València quiere reducir un 60% las emisiones de CO2 en 10 años

Ribó avanza la constitución del primer grupo de trabajo sobre Transición Energética dentro de la Estrategia Urbana 2030. La meta es lograr una ciudad descarbonizada y sostenible.

Instalación de panales solares en el edificio Punt de Ganxo de València | LEVANTE-EMV

València acaba de constituir el primer grupo de trabajo para desarrollar el eje estratégico de la Transición Energética con vistas a abordar los nuevos retos medioambientales del horizonte 2030-2050 y con una hoja de ruta que especifique los hitos a lograr y los instrumentos necesarios para conseguirlos. Así lo explican el alcalde de València, Joan Ribó, y el regidor de Emergencia Climática y Transición Energética, Alejandro Ramón, a raíz de la constitución de este primer grupo de trabajo para liderar la transformación de la ciudad en este trayecto hacia un modelo más justo, renovable y local.

«Impulsamos la Estrategia Urbana 2030 con un objetivo claro de desarrollar de forma compartida un modelo de ciudad en sintonía con los principios de transición energética, equidad y derechos humanos», destaca el alcalde. El marco de actuación viene definido por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la Nueva Agenda Urbana de la ONU, la Agenda Urbana Europea y la Agenda Urbana Española de 2019, junto con el apoyo del proyecto europeo Tomorrow.

València ya ha elaborado su diagnóstico energético propio y cuenta con un inventario de emisiones de actualización periódica, un análisis de riesgos y vulnerabilidades frente al cambio climático y un Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible (Paces). A partir de ese diagnóstico, entre los objetivos para 2030, se persigue la reducción del 60% de emisiones de dióxido de carbono y del 40% de la demanda de energía final respecto a 2007. También se quiere llegar al 10% de cobertura de la demanda final de energía con energías renovables y lograr que el 20% del consumo eléctrico en 2030 se genere in situ.

Con todo, el pasado inmediato no es esperanzador. El diagnóstico del Paces, efectuado sobre el decenio 2007-2016, ha permitido evaluar el progreso respecto a los objetivos planteados para 2020. Los resultados muestran que en 2016 se alcanzó una reducción de emisiones del 28% (superando el objetivo para 2020), y de un 18% en el consumo (muy cercano al de 2020). Sin embargo, el alcance de la producción de energías renovables a nivel local es prácticamente inexistente (0,1%), por lo que es clave centrar los esfuerzos en este objetivo en la próxima década.

El grupo de Transición Ecológica lo conforman representantes de la sociedad civil, la empresa privada, el mundo académico, la administración pública y los medios de comunicación. La secretaría técnica recae en la Fundació València Clima i Energia. «Es fundamental situar la lucha contra el cambio climático y la aceleración de la transición energética como una prioridad indiscutible, tanto para el Ayuntamiento de València como para el resto de administraciones públicas, el mundo empresarial y la ciudadanía», asegura Ribó.

Para hacerlo posible el grupo de trabajo tendrá que trabajar con proyectos que serán representativos del nuevo modelo que se quiere impulsar y, a partir de esos proyectos piloto, se trabajará de forma participativa con entidades y ciudadanía para elaborar la Estrategia para la Transición Energética de València a 2030 y 2050. Por parte de las administraciones públicas el grupo de trabajo lo conforman también la Generalitat , la Ivace, el Instituto Valenciano de la Edificación y el centro de innovación Las Naves. Además, se establecerá una relación con otras mesas de trabajo dentro de la Estrategia Urbana 2030 para reforzar sinergias.

«El objetivo es conseguir que València sea en 2050 una ciudad sostenible, autosuficiente, libre de emisiones y descarbonizada, con un primer horizonte de cumplimiento en 2030», finalizó Alejandro Ramón.

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