El debate sobre el entorno degradado de San Miguel de los Reyes volvió a quedar abierto ayer al declararse un incendio que destruyó, aun más, las infraviviendas que hay en la calle inmediatamente anterior al histórico recinto. Allí tuvieron que desplazarse el servicio de bomberos de la ciudad para sofocar un incendio declarado en las alquerías abandonadas que «reciben» al visitante de la Biblioteca Valenciana. Es un espacio que hace las veces de aparcamiento -de hecho, así está señalado- rodeado de inmuebles imposibles de rehabilitar.

El incendio fue especialmente peligroso porque se produjo en las fincas que lindan con el monasterio. Tanto, que incluso un contenedor de éste resultó afectado, según el reporte del cuerpo de bomberos. Las antiguas casas, que abandonaron sus dueños hace muchas décadas, se han convertido en un basurero, lo que provocó que el incendio se propagara rápidamente y destruyera, aún más, los inmuebles.

Este siniestro vuelve a poner en evidencia el lamentable estado del entorno de San Miguel. Los dueños de las antiguas casas quieren que les sean expropiadas por el ayuntamiento. A día de hoy, la rehabilitación de las casas siniestradas es ya prácticamente imposible, con las techumbres ya desaparecidas. La Conselleria de Cultura había anunciado en su momento una acción cultural para, a base de pinturas murales, embellecer el entorno. Pero ayer, durante el incendio, lo único que se veía, suciedad aparte, eran grafitis sin valor.