La Concejalía de Desarrollo Urbano ha obligado al urbanizador del PAI de la Fuente de San Luis (AQ Acentor y Bertolín) a conservar e integrar en el desarrollo urbanístico una antigua barraca, ubicada en el antiguo «Camí de Les Escoles de Malilla». La barraca no había sido tenida en cuenta hasta ahora, al no estar catalogada en el inventario municipal, lo que ha obligado, junto con la necesidad de trasladar las torres eléctricas que atraviesan este nuevo barrio a espaldas de la Fe de Malilla, a aprobar una modificación del plan parcial de la Fuente de San Luis, cuando las nuevas viviendas ya han empezado a construirse. Una modificación en la que también se suaviza el diseño del futuro complejo comercial y de ocio de 72.000 m2 previsto en este emplazamiento.

La desaparición progresiva de las barracas, construcciones tradicionales de la huerta valenciana, ha llevado al ayuntamiento a intentar proteger las pocas que quedan. Tal como publicó este diario, de las más de 2.500 barracas censadas a principios del siglo XX en la actualidad apenas quedan 69 en pie y en diferente estado de conservación, pese a contar con una protección genérica como bienes de relevancia local en la ley de patrimonio cultural valenciano. El estudio de evaluación ambiental y del paisaje que acompaña la modificación del plan parcial de la Fuente de San Luis recuerda que esta barraca, de titularidad privada y muy transformada, deberá ser incluida en el catálogo de bienes y espacios protegidos de naturaleza rural del municipio de València, del que hasta ahora no formaba parte.

Dado su interés patrimonial, cultural y etnológico, añade el estudio de integración del paisaje, «es un recurso con un interés alto para su conservación y que debe ser considerado como parte integrante, como hito, dentro de posibles itinerarios o recursos paisajístico». Sí que está catalogada la Alquería de Tronaes, próxima a la que ahora se protege en la Fuente de San Luis.

El estudio del paisaje de la modificación del plan parcial también destaca el valor como corredor ecológico del nuevo cauce del Turia, muy próximo al PAI de la Fuente de San Luis y cuya renaturalización impulsa el alcalde de València, Joan Ribó, junto con la de otros espacios como el paseo marítimo. Se trata, asegura dicho estudio, «de uno de los recursos paisajísticos que forman parte de la infraestructura verde del territorio. El río Turia es un corredor ecológico y funcional del territorio con un alto interés», señala.

En el estudio del paisaje también se ha suavizado al menos sobre el papel el diseño del complejo de usos múltiples terciarios (comercial y oficinas) previsto en este PAI, donde el complejo comercial en un solo volumen da paso a varias construcciones de distintas alturas que permiten liberar espacio público y zonas verdes.

Una modificación que estaría en sintonía con la nueva política del Gobierno del Rialto de revisar los PAI previstos desde hace años para mejorar su integración en el territorio, como así ha ocurrido con el PAI de Benimaclet.

Las barracas, construcciones típicas que hace un siglo dominaban el paisaje de l’Horta valenciana, están en peligro de extinción porque, al menos hasta ahora, los planes urbanísticos han pasado por encima de ellas.