El alcalde de València, Joan Ribó, ha confirmado que el proyecto presentado por el ayuntamiento a la Consellería de Sanitat para celebrar la Cabalgata de Reyes incluye un aforo limitado, sentados y con plaza asignada. Lo más parecido a la Batalla de Flores en cuanto a separación aunque, obviamente, sin prácticamente interacción y menos aún aglomeración.

Este proyecto pretende que, si la situación sanitaria lo permite, convertir la cabalgata en un "evento". Es decir, tratando de equipararlo a, por ejemplo, un concierto, con la diferencia de que los protagonistas, en este caso, se irían desplazando por el recorrido. Una propuesta que, se considera en Cultura Festiva, sería factible en una coyuntura faborable.

Quedan por desentrañar los detalles, como el recorrido, por si cambia, y la forma de asignar los asientos, aunque lo normal, si se abriera al público, es que se hiciera, como en los últimos años en la Batalla de Flores, por sorteo de peticiones, lo que permite no colapsar el sistema informático. Pero también cabe la opción de que una buena parte de los asientos estén preasignados a asociaciones o centros sociales, con la idea de que la puedan disfrutar un segmento de población más necesitado.

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Con todo, el proyecto debe contar, de inicio, con el visto bueno de los técnicos de la Generalitat. Y después, con que las circunstancias sanitarias del momento permitan todo,una parte o nada.

Ribó también reiteró el discurso sobre las Fallas: "Es muy pronto para decidir".