La zona de restauración y cafeterías que la autora del Parc Central, la paisajista Kathryn Gustafson, propuso para los muelles 3 y 4 de este gran parque urbano de 23 hectáreas, ejecutado al 40%, no cuaja. El Ayuntamiento y la Conselleria de Cultura han presentado esta misma semana el acuerdo para transformar el muelle 3, recayente a la calle Filipinas, en subsede del IVAM. Aunque la extensión del Museo de Arte Moderno en el Parc Central contará con restaurante, no será como en su momento propuso Gustafson una zona de restauración al uso para dar servicio a los visitantes del parque.
Gustafson, en la propuesta de usos del parque, cuyo diseño se adjudicó en 2011 tras un concurso de ideas, planteaba habilitar una parte del patrimonio industrial y ferroviario restaurado, en concreto los dos muelles 3 y 4, como una zona de restauración, que incluso podría abastecerse en parte de los productos de la huerta del parque, con terrazas y cafeterías. Una actividad de hostelería que se podría complementar con carritos de horchata y bebidas distribuidos por el parque, y que vía concesión generaría ingresos para contribuir al mantenimiento de esta gran infraestructura verde.
Sin embargo, los restaurantes y cafeterías como servicio y vía complementaria de ingresos para mantener el parque no llegan, a pesar de que ha habido interés de algunos hosteleros por abrir negocio en el parque con escasa oferta de bares en el entorno más cercano.
Desde la inauguración de la primera fase del parque en diciembre de 2018, el ayuntamiento con Joan Ribó, de Compromís, al frente ha ido adscribiendo las cuatro naves de Demetrio Ribes y los dos muelles ferroviarios recuperados en esta fase a distintas delegaciones.
La nave principal se ha adscrito a la delegación de Deportes y se destinará a polideportivo para el barrio. El proyecto de adecuación del edificio para este uso acaba de ser adjudicado por el Ayuntamiento de València.
Ya está en marcha una de las dos naves gemelas que quedó adscrita a la Universidad Popular, mientras que la otra, también destinada a usos culturales, se baraja como nueva sede del teatro Escalante. Finalmente, la nave 4 quedó adscrita a la delegación de Juventud.
El uso de las naves industriales del parque fue objeto de un intenso debate ciudadano en la pasada legislatura por parte de entidades vecinales y colectivos ciudadanos de Russafa y Malilla que reclamaban dotaciones de barrio, como un polideportivo.
Una vez adjudicadas a distintos las naves de Demetrio Ribes y el muelle 3 del Parc Central, solo queda el muelle 4, recayente a Peris y Valero, por asignar uso. La anterior concejala de Parques y Jardines, Pilar Soriano, encargó al Organismo Autónomo de Parques y Jardines, gestor del parque, la elaboración de los pliegos de condiciones para habilitar este edificio diáfano como zona de restauración y cafeterías.
El pliego de condiciones no ha sido publicado y fuentes del gobierno del Rialto confirmaron ayer a este diario que de momento no hay usos definidos para el muelle 4, aunque «se está trabajando en ello» y añaden que con mucha seguridad se incluirá una parte para restauración. La pandemia del coronavirus ha supuesto un parón en este proceso, aseguran las mismas fuentes.
Falta de hostelería en el entorno
En la comisión participativa creada para definir los usos del parque surgieron voces contrarias a poner bares y cafeterías en los muelles 3 y 4 del parque, un servicio que ahora se echa en falta por parte de los usuarios del recinto, que goza de gran aceptación del público. Vecinos y colectivos ciudadanos del entorno del Parc Central pidieron sin éxito en la pasada legislatura la autogestión de alguno de los edificios industriales y ferroviarios restaurados.
