Los vecinos de Pinedo han presentado alegaciones al plan de la Generalitat que pretende reducir los olores de la depuradora y han pedido que «al menos se rebajen al nivel permitido para las granjas de cerdos», pues según ese plan los malos olores de la depuradora se quedarían en «el triple» de lo permitido a esas instalaciones. Es más, advierten de que si en la actualidad no existen técnicas para reducir lo suficiente las emisiones, no se podrá cumplir con la legislación vigente y el plan no será aprobado.
El conflicto entre los vecinos de Pinedo y la Planta Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Pinedo, dura ya 40 años y entró en un momento crítico cuando en enero de 2017 los tribunales ordenaron al Ayuntamiento de València el cierre de la fase tres de la planta. Como eso hubiera generado un daño ecológico inasumible, posteriormente se declaró la inejecutabilidad de la sentencia, pero la administración autonómica se vio obligada a poner en marcha un plan, valorado en cerca de 40 millones de euros, para acabar con los malos olores y las molestias a los vecinos.
Ese plan prevé, entre otras cosas, cubrir los canales o mejorar los sistemas de depuración, pero aún así los vecinos lo consideran «a todas luces insuficiente». Según las alegaciones presentadas en septiembre, la propuesta de la Generalitat bajaría los niveles de olor a 15 ueo (Unidad Europea de Olor), tres veces más de lo que la propia Generalitat Valenciana permite a las granjas de cerdos, las plantas de tratamiento de residuos o directamente los vertederos de basura.
Para los vecinos se trata de unos límites «totalmente inaceptables, que casi mueven a la risa, y que su convalidación en sede administrativa solo sería posible mediante el dictado, a sabiendas, de una resolución injusta, con las consecuencias legales que ello conlleva». Los vecinos consideran que si no es posible rebajar ese nivel de olores, el plan no puede ser aprobado.
