La vieja reivindicación de los vecinos de la Malva-rosa de transformar el solar de Francisco Eximeno en una plaza de verdad vivió ayer un nuevo episodio con la visita de la concejala de Urbanismo, Sandra Gómez, y el anuncio a la asociación de vecinos Amics de la Malva del desbloqueo de uno de sus grandes problemas: la expropiación de terrenos privados que forman parte de la parcela y que son necesarios para llevar a cabo una reforma integral de la célebre «plaza piscina». Hace dos semanas, con motivo del temporal, volvió a quedar inundada.

La vicealcaldesa anunció que «después de muchas décadas de degradación en esta plaza, ha llegado el momento de transformarla, de generar un nuevo espacio de convivencia para sus vecinos, un nuevo punto de encuentro donde puedan confluir numerosas actividades que atraigan a todo el barrio».

También se comprobó la evolución de las obras en la plaza gemela, la de Moreno Gans, en la que se evitará que los automóviles transiten por la misma al sustituir el asfalto por baldosa. Ambas son plazas situadas junto a lo que, antiguamente, era la vía de tren a Barcelona, ahora soterrada, y están abrazadas por fincas de una cierta originalidad arquitectónica.