La recuperación del entorno de la plaza de Brujas de València incluirá la recuperación de las conocidas como Covetes de Sant Joan, las antiguas edificaciones situadas tras la iglesia de los Santos Juanes. El alcalde de la ciudad, Joan Ribó, que ha visitado este viernes esos espacios, ha considerado que la función comercial y artesanal que durante siglos existió en ellos puede volver a ser una realidad, ha informado el consistorio en un comunicado.
Asimismo, ha destacado que el presupuesto municipal para 2021 incluye fondos destinados a la rehabilitación de la plaza de Brujas y todo su entorno, en el marco del Plan Especial de Protección (PEP) de Ciutat Vella. A este proyecto están vinculadas las Covetes de Sant Joan.
Estos antiguos recintos comerciales van a ser rehabilitados y puestos en uso, con el apoyo del Ayuntamiento y de la mano de la Asociación Recuperem les Covetes. En su visita a estos espacios, el primer edil ha estado acompañado por el presidente de Recuperem les Covetes, Raúl Escobar.
Este último ha agradecido al consistorio "toda su colaboración a la hora de apoyar los objetivos de la asociación" y "su predisposición en todo momento para recuperar estos importantes elementos del patrimonio cultural, histórico y comercial valenciano".
"Con sus dos BIC (Bien de Interés Cultural) y La Lonja, Patrimonio de la Humanidad, nos encontramos en la plaza más importante, en cuanto a patrimonio, no solo de València, sino de toda la Comunitat Valenciana", ha afirmado Raúl Escobar. En esta línea, ha considerado que no hay en todo el Estado, "ni quizás en toda Europa, un elemento similar a estas 'covetes'".
El alcalde ha aseverado que el Ayuntamiento lleva muchos meses trabajando de forma conjunta con las propiedades de los recintos, tanto para agilizar su situación administrativa como para que su rehabilitación y recuperación se vincule al proyecto del entorno de la plaza de Brujas.
El pasado mes de mayo, la administración local renunció a ejercer su 'derecho de retracto' en la adquisición de les Covetes para que los propietarios particulares agrupados en la Associació les Covetes pudieran dar impulso a la rehabilitación y puesta en uso de estos espacios históricos, ha resaltado el consistorio.
A este respecto, ha detallado que el derecho de retracto es un derecho de adquisición preferente por el que su titular --en este caso el Ayuntamiento de València, por tratarse de unas edificaciones en entorno BIC y afectadas por el Plan Especial de Protección de Ciutat Vella-- tiene la facultad de adquirir un determinado bien o derecho.
Joan Ribó ha explicado que, en principio, "está previsto que las obras de rehabilitación de la plaza y su entorno empiecen en 2021". "Al Ayuntamiento le corresponde la urbanización de los exteriores, los accesos", tal como establece el proyecto de rehabilitación, mientras que la del "interior de les Covetes la hará la propiedad".
A estas actuaciones se unen el proyecto de rehabilitación de la iglesia de los Santos Juanes, impulsado desde la Fundación Hortensia Herrero, ha agregado la administración local.
"Necesidades de cada época"
Raúl Escobar ha apuntado que la función de les Covetes de Sant Joan a lo largo de los siglos ha sido siempre "uso comercial, de pequeños comercios" y ha comentado que "con el paso del tiempo han ido cambiando de propietarios y de usos según las necesidades de cada época".
Igualmente, ha insistido en que el objetivo de la asociación que preside es "recuperar este uso de pequeño comercio y potenciarlo en clave de comercios de proximidad relacionados con el diseño y con la artesanía". Además, ha destacado la importancia de acometer esta labor de recuperación, "en un momento en el que València se encuentra en pleno apogeo cultural por su designación como Capital Mundial del Diseño 2022".
Espacios BIC en un entorno BIC
Les Covetes de Sant Joan son espacios BIC localizados en un entorno también BIC como la plaza del Mercado, La Lonja y la Iglesia de los Santos Juanes, ha insistido el Ayuntamiento, que ha agregado que se trata de edificaciones de principios del siglo XVIII habilitadas en semisótanos de poca superficie que albergaban chatarrerías y comercios de viejo.
Estos espacios "constituyen un valioso ejemplo del patrimonio cultural valenciano y su historia se remonta a 1700, año en el que la ciudad cedió a la parroquia los terrenos sobre los que, en 1702, el arquitecto Julio Capuz comenzó a levantar los locales y la terraza que los cubre".
Tras unos primeros años de explotación de los recintos por parte del propio arquitecto y otros en que lo hizo la Iglesia, a comienzos del siglo XIX Les Covetes fueron enajenadas y adquiridas por los profesionales que en ellas comerciaban.
"Dignidad patrimonial"
Joan Ribó ha subrayado la voluntad del Ayuntamiento de que les Covetes de Sant Joan "recuperen toda su dignidad patrimonial" y el deseo de que "la ciudadanía pueda disfrutar de ellas, al tiempo que se fomenta el respeto y el interés social en su conservación".
El PEP de Ciutat Vella establece que "se permite el uso comercial vinculado al comercio de productos de la cerámica, textiles, bordados, bolillos, pasamanería, locales o negocios dedicados a la venta de elementos asociados con la cultura en general: libros, fotografías, muebles y objetos antiguos, obras de arte, joyerías, platerías, talleres de diseño o de artesanos/as y similares".
