El concejal de Movilidad Sostenible Giuseppe Grezzi acaba de avanzar las líneas básicas del cierre y la pacificación del tráfico en Ciutat Vella Nord mediante la puesta en marcha del Área de Prioridad Residencial con la activación de las 5 cámaras de control de matrículas, que comenzarán a funcionar a partir de la semana próxima en período de pruebas, y en abril, con validez ya y 200 euros de multa para los infractores.
Esta reordenación de la movilidad supone la restricción al tráfico de esta zona de València y el cierre a vehículos no autorizados. Los residentes, los hosteleros o los propietarios de negocios tendrán que darse de alta en una plataforma web, a partir de la semana que viene, que les permitirá moverse con toda libertad por la zona y dar permiso a terceros para poder acceder al barrio, en determinadas circunstancias.
Qué pasa con comercios y vecinos
El plan se pondrá en marcha a todos los efectos en abril del año próximo y quienes no estén autorizados a circular por este distrito se expondrán a multas de 200 euros una vez sea captada su matrícula por las cámaras.
En cuanto a empresas de suministros, operadoras de luz o agua, taxis, ambulancias, transporte público o coches oficiales entran en la serie de excepciones que permiten acceder al Área de Prioridad Residencial (APR) de Ciutat Vella Nord para trabajar o efectuar servicios públicos o sanitarios.
A preguntas de la prensa, Grezzi confirmó que tanto los residentes empadronados en este céntrico distrito como los comercios o los restaurantes podrán facilitar una serie de matrículas de proveedores habituales para que les sirvan género, durante unos días al mes.
En el caso de familias residentes en el APR, por ejemplo, en las que hay parientes que entran al barrio para llevar a los niños de residentes al colegio, o para hacerse cargo de dependientes que tienen que ser trasladadas a otros puntos de la ciudad, hay hasta 10 veces al mes para autorizar a estas personas.
Tal como explicó Grezzi, la APR empezará a funcionar en período de pruebas en marzo, sin que se sancione a los posibles infractores y dando información a los conductores particulares y a los que trabajen en la zona. En abril, se pondrá en marcha a todos los efectos y se multará con 200 euros a los vehículos no autorizados.
Desde la semana próxima, los residentes, las empresas que trabajan en el barrio, las operadoras de suministros básicos, los hosteleros o los comerciantes tienen que empezar a darse de alta en la plataforma web habilitada por el Ayuntamiento de València para acreditar que son residentes y por tanto pueden entrar y salir de la zona, y también para autorizar una serie de matrículas para labores de carga y descarga, visitas familiares o servicios de mantenimiento.
Los clientes de bares y restaurantes tendrán que pensar fórmulas para desplazarse ya que no se podrá acceder hasta la puerta de los locales. Los propietarios de establecimientos de hospedaje deberán también autorizar una serie de matrículas.
