La Concejalía de Licencias de Actividad y Ocupación de Vía Pública ha concedido en lo que va de año 594 licencias de nuevas terrazas y otras 466 de ampliación. En suma, más de mil autorizaciones (1.060) de terrazas, tramitadas en apenas un año, con las que el ayuntamiento quiere dar apoyo al sector de la hostelería ante la crisis del coronavirus. Así lo explicó ayer la concejala de Licencias, Lucía Beamud, de Compromís, quien aseguró que la «filosofía» del actual gobierno es dar apoyo a los hoteleros sin dejar de garantizar la accesibilidad de los entornos peatonales. Así, Beamud justificó las actuaciones de limitación de mesas y sillas que se han llevado a cabo en la plaza de la Virgen, donde las diez terrazas existentes han tenido que recortar su espacio.

Beamud aseguró que las terrazas invadían el pasillo de reserva peatonal de tres metros que marca el plan especial de Ciutat Vella y también las normativas estatal y autonomía que obligan a respetar un pasillo de 1,8 metros entre los edificios protegidos como es el caso concreto de la Casa Vestuario. Beamud matizó que en concreto en la plaza de la Virgen «ha sido necesario intervenir y recortar las terrazas porque había quejas reiteradas de los vecinos» por la invasión de las zonas de paso.

En relación al proyecto de peatonalización de la plaza de la Reina, cuyas obras está previsto que arranquen el próximo año, Beamud aclaró que en este entorno se mantendrá el mismo número de terrazas que hay ahora. «No habrá ampliaciones, ni reducciones», subrayó Beamud, que lanzó así un mensaje tranquilizador a los hosteleros, cuyas terrazas se dispondrán, según la figuración mostrada ayer, frente a sus negocios, en la zona arbolada perimetral. «Nuestra filosofía es mantener las terrazas» y apoyar al sector, subrayó Lucía Beamud.

Las 594 nuevas terrazas se mantendrán una vez pase la pandemia, con lo que la ciudad tendrá ya más de 4.000 terrazas. Las 466 ampliaciones, concedidas para «garantizar la supervivencia» del sector ante la covid, serán, por contra, temporales mientras dure la pandemia y sus efectos.

Suspenden el recorte de mesas y sillas mientras dure la crisis

La concejala de Actividades, Lucía Beamud, informó ayer de que quedan 700 terrazas por señalizar y perimetrar en la ciudad, una medida que se aprobó en 2014 ante las quejas vecinales y que ahora, debido y mientras dure la crisis de la covid, ha quedado suspendida. 

La mayoría de 594 nuevas licencias de terrazas (555) concedidas en el último año se concentran en los barrios del Carmen, Juan Llorens, plaza de Honduras, Paseo Marítimo y entorno, plaza del Cedro, Russafa y zona Xúquer. La concesión de licencias ha venido acompañada, incidió la concejala, de un refuerzo de las inspecciones para garantizar el correcto cumplimiento de las medidas excepcionales y evitar que se cometieran abusos. Se han inspeccionado y revisado ya el 50% de las nuevas terrazas aprobadas (el resto hay previsión de revisarlas en lo que queda de año) y se han abierto diez expedientes sancionadores, en la mayoría de los casos, por un exceso de ocupación de espacio público y por invadir zonas de usos peatonal o relacionadas con la prestación de servicios esenciales, como el de recogida de la basura. 

Las moderadas cifras de hosteleros sancionados evidencian, apuntó la concejala de Ocupación, Lucía Beamud, «que las cosas se están haciendo bien en València». Todo a pesar de las criticas lanzadas por los propietarios de los restaurantes y cafeterías de la plaza de la Virgen en las últimas semanas, a las que se han sumado los grupos de la oposición, por el recorte de las terrazas en plena crisis del sector.

También ha sido necesario, destacó Beamud, «racionalizar» las terrazas en otros puntos de la ciudad como las calles Cura Femenía, en el barrio de Russafa, donde «está la amenaza de la declaración de Zona Acústicamente Saturada», que demanda parte del vecindario. También se ha actuado en la calle Mariano Benlliure para poner orden a las terrazas porque «ocupaban demasiado espacio».