El Ayuntamiento de València se ha visto obligado a aplazar el encendido de las luces de la plaza municipal que estaba previsto para hoy, 1 de diciembre. La suspensión de la «encesa» está motivada por las secuelas que dejó la caída de un rayo en el edificio consistorial, que ha dañado la instalación eléctrica general. Tanto es así, que determinados elementos de la plaza, como las farolas exteriores no funcionan o en el propio interior del edificio también hay elementos que no lo hacen al ritmo habitual, incluyendo equipos informáticos.

La instalación ya está hecha y, en esta ocasión se preveía un encendido sin acto multitudinario, a causa de las restricciones existentes y, por extensión, a las imágenes que se han visto en otras inauguraciones similares, con multitud de gente apiñada, algo que choca frontalmente con las mínimas normas de distancias de seguridad.

La iluminación de la plaza en 2020 no consigue salir del debate, puesto que este inesperado aplazamiento se une a las críticas tanto de la oposición municipal, especialmente del PP -por lo que consideran insuficiente inversión en luces, en comparación al resto de grandes ciudades- como de los comerciantes del centro, que pidieron que el consistorio asumiera el gasto de las luces que ellos no han alcanzado a cubrir por las apreturas económicas, además de denegarse plantar un adorno luminoso en la plaza del Mercado.

El belén, adjudicado

Por otra parte, la Asociación de Belenistas de València será, un año más, la encargada de confeccionar el belén del Salón de Cristal. La licitación no ha tenido mayor historia, puesto que ha sido la única candidatura presentada y tan sólo ha habido que cotejar que estaban al corriente de todas las exigencias.

El montaje tendrá una alegoría a la pandemia, al representar una de las calles vacías, con los vecinos en el interior, en alusión al confinamiento vivido durante los meses de primavera. El ayuntamiento está a la espera de conocer las condiciones sanitarias para establecer cómo podrán cursarse las visitas, pues el nacimiento está concebido para que pueda ser visitado por el público. Pero, para ello, tal como sucedió con la «senyera» en el 9 d’Octubre (en condiciones sanitarias menos duras) había que mantener determinados protocolos de distancia.