Los efectos de la caída de un rayo en el edificio del ayuntamiento fueron más graves de lo que cabía imaginar y ha provocado que, durante más de tres días, se haya tenido que trabajar en reponer elementos echados a perder y que la normalidad no haya vuelto completamente a la casa consistorial.

Como se recordará, la tormenta del viernes estuvo acompañada de aparato eléctrico y uno de los rayos cayó en el edificio municipal. La descarga eléctrica fue de tal calibre que todos los componentes electrónicos «cayeron», desde los ordenadores a las tarjetas de acceso. Es cierto que gran parte se reintegró inmediatamente, pero en alguno de los sectores del edificio los daños fueron de consideración. En el apartado eléctrico y en el derivado: el de informática. Más de media docena de «switches» informáticos han tenido que ser sustituidos (la sobretensión entra por el cable de datos y eso afecta a los equipos) y todavía a día de ayer quedaban conexiones eléctricas por reponer.

Los primeros elementos en recomponer fueron los esenciales para público y funcionarios, como los ascensores. El de alcaldía continúa sin poder dar servicio.

Las gestiones, sin problema

Con todo, la avería no ha interrumpido las gestiones de atención al ciudadano, especialmente las más sensibles, como son las relacionadas con el padrón o las tasas, que han seguido funcionando correctamente.

¿Cayó en el pararrayos?

En seguida se desató el debate sobre la capacidad del pararrayos, aunque no menos cierto es que testigos presenciales, tanto dentro como fuera del edificio, hablan de una descarta extraordinaria. Pero lo cierto es que, a estas alturas, no está claro del todo si el rayo cayó directamente en el pararrayos o en algún punto del campanario o la cubierta.

Encendido de Navidad, el viernes

Por otra parte, estas averías son las que, según la versión oficial, han provocado que las luces de Navidad se hayan aplazado al próximo viernes. Fundamentado en la posibilidad de no llegar a tiempo de tener los enlaces electrónicos y correr el riesgo de fallar estrepitosamente en la «encesa».

Una versión que la oposición municipal pone en duda y que considera que se debe más al retraso en la instalación. Así lo aseguró ayer el concejal del grupo municipal Popular, Santiago Ballester. «Este martes todavía se estaba montando la instalación. Si es que lo incomprensible es que, si hay retraso, no se diga, porque se puede hasta entender por las lluvias», más allá de la «pobrísima iluminación de este año, que el ayuntamiento ha sido incapaz de aumentar teniendo recursos para ello».