La nueva tubería subterránea que asegurará el abastecimiento de agua potable en València no atravesará de extremo a extremo la huerta de Campanar y discurrirá por el antiguo cauce del Turia. La Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (EMSHI) ha preparado una alternativa al trazado inicial después de que la presidenta de la EMSHI, Elisa Valía, se comprometiera con el vecindario y los agricultores de la zona a trabajar en otras opciones que minimizaran el impacto en la huerta.

“Desde la entidad trabajamos con una profunda conciencia medioambiental y somos conscientes de todo lo que podemos hacer por la preservación y conservación del medio ambiente desde el Ciclo Integral del Agua”, asegura Valía, quien se ha reunido esta mañana con el presidente de la asociación de vecinos de Campanar, Pep Benlloch; agricultores de la huerta Campanar-Benimàmet y representantes de las asociaciones impulsoras del “proyecto de dinamización agraria” para explicarles la nueva propuesta.

Esta actuación contempla ahora un trazado por el antiguo cauce del río Turia y reduce la afección de las tierras cultivadas un 33,4%. “En cualquier caso, se trata de una afección temporal y una vez acabados los trabajos se restituirán los terrenos a su estado original y será posible volver a cultivar en las mismas condiciones”, afirma Valía. “Además, hemos reestructurado el cronograma de ejecución de los trabajos y hemos conseguido reducir el plazo de ejecución de las obras de 24 a 20 meses con este nuevo trazado”

“Ha habido voluntad para encontrar un equilibrio entre la realización de una obra realmente necesaria para el suministro y la protección de la huerta”, asegura la presidenta de la EMSHI, Elisa Valía. “No sólo hemos escuchado los argumentos de los agricultores y de las asociaciones vecinales, también los hemos respetado y hemos trabajado en buscar soluciones para reducir el impacto en el entorno”.

 

Este proyecto de canalización es necesario, dado que reforzará de manera estratégica el abastecimiento de agua potable en la zona norte de València porque permitirá aportar un caudal muy superior desde la planta potabilizadora de La Presa y, además, será un seguro por si fallase una de las dos plantas potabilizadoras que dan suministro al área metropolitana.

En concreto, la obra conectará La Presa, situada en Manises, con la infraestructura metropolitana en València. Además de optimizar la red y reducir su vulnerabilidad, la nueva tubería también mejorará el rendimiento hidráulico.

 

La infraestructura, presupuestada en alrededor de 8 millones de euros, corresponde al Tramo IV del gran plan de conexión y renovación para reforzar el abastecimiento de agua en alta en toda el área metropolitana. “Ante una situación tan excepcional como la que estamos viviendo, desde el sector público debemos trabajar para poner todos los medios a disposición de la recuperación económica, llevando adelante grandes proyectos que generan gran cantidad de empleos y riqueza”, concluye Elisa Valía.