La Navidad vivirá hoy uno de los episodios más esperados en la ciudad de València. Y no por el acto como tal, sino porque gobierno y oposición se han enzarzado en un turno de réplica y contrarréplica a la hora de dirimir quien y cómo iluminar más.

Como se recordará, el árbol de la plaza del Ayuntamiento debía haberse encendido el pasado lunes. Tres días antes, y según la versión oficial, la caída de un rayo en el edificio consistorial quemó una parte de la instalación eléctrica y del tejido conectivo de los ordenadores de la ciudad. La consecuencia inmediata fue que el acto se canceló. El PP (que es quien más ha abanderado la cuestión) se preguntaba si era una excusa y que la causa principal era que no se había llegado a tiempo a montarlo todo, algo que, por otra parte, podría considerarse lógico teniendo en cuenta que la meteorología invalidó todo el viernes y una parte del sábado para hacer trabajos de electrónica. Desde el ayuntamiento aseguraban que se temía que no hubiera tiempo para cerciorarse de todo y que el encendido no se pudiera llevar a cabo, dejando una sensación de ridículo.

El caso es que ayer, el consistorio anunció definitivamente cuándo se encenderán árbol y guirnaldas: hoy, jueves. No el viernes, como se pensaba inicialmente. No habrá un acto especial para ello, más allá del acto simbólico, a cargo de las falleras mayores de València. No hay concierto de villancicos ni nada que invite a acudir a una determinada hora. Ni siquiera una hora concreta o pública. Cuando la gente llegue, se la encontrará encendida. Es jueves, no viernes, con lo que el tránsito humano no será tan grande.

Pero quedan patas por solucionar. Por ejemplo, las quejas de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, que reclaman más luces bajo el argumento de que eso hace efecto llamada o que, por lo menos, estimula el consumo. Ellos no han podido llegar a más (el comercio atraviesa un muy mal momento) y querían que el ayuntamiento se hiciera cargo de aquellas luces que ellos, este año, no pueden sufragar.

Ayer, la concejala de Recursos, Luisa Notario (la iluminación no la contrata Cultura Festiva) aseguró, textualmente, que «se continúa trabajando para poder atender, en el marco de la legislación vigente, la petición recibida por la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico para reforzar todavía más la iluminación».

La iluminación de Navidad consta de dos partes: la que se contrata y el refuerzo que aporta la empresa. Los refuerzos estarán en las calles Sangre, Periodista Azzati, Roger de Lauria, Barcas, Marqués de Sotelo, Ribera, Correos, En Llop, Barcelonina, Cotanda, María Cristina y el paseo de Russafa; y cinco arcos adicionales en Barcas y el paseo de Russafa. En el centro estará el árbol grande, la fachada del ayuntamiento y las calles Paz y San Vicente.

«120 puntos iluminados»

El consistorio habla de «120 puntos iluminados en la ciudad», bajo la premisa, iniciada en la pasada legislatura, de decorar menos el centro y extenderlo a otros barrios de la ciudad. El PP siempre ha criticado el descenso de iluminación en la plaza respecto a sus años, acuñando la expresión «plaza del apagón», que viene de los tiempos de Félix Crespo. Pero que el equipo de gobierno ha replicado aludiendo a que ahora se atiende a más habitantes de la ciudad y que si el partido de la oposición prefiere luces en el ayuntamiento o repartirlo entre la ciudadanía.

Entre la ornamentación de este año continúa la dinámica de repartir una docena de árboles en plazas de barrios. Están en las de Campanar, Sant Valero, Patraix, Benimaclet, Cabanyal, Sant Marcel·lí, Orriols, Doctor Collado, Abastos, Benicalap y Malilla.

Letreros y cortinillas hay en poblaciones: Benifaraig, Poble Nou, Borbotó, Massarrojos, Cases de Bàrcena, La Torre, El Palmar, Perellonet, Pinedo, el Saler, Mauella, Forn d’Alcedo, Font d’en Corts, Carpesa, Castellar-l’Oliveral, la Punta y Benimàmet-Beniferri.

Toda esta partida también se convierte en motivo de debate político, puesto que el PP ha criticado reiteradamente que València es la ciudad grande que, con mucha diferencia, menos gasta en iluminación navideña, a lo que Luisa Notario ha replicado que los 120.000 euros, siendo la misma cantidad que en 2019, es «el doble de lo que había en 2015», es decir, cuando llegaron al gobierno.