Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tres iglesias de València y Xàbia tienen columbarios desde 2016

El templo de San Josemaría Escrivá fue pionero, el Pilar lo tiene y San Pascual Baylón, lo baraja - Los enterramientos en recintos sagrados, tras incinerarse al difunto, están en pleno auge

Columbario de la Iglesia de San Josemaría Escrivá de València. | P. SAN JOSEMARÍA ESCRIVÁ

La costumbre de enterrar a los seres queridos en columbarios ubicados en iglesias está muy arraigada en Andalucía y en otras poblaciones de Madrid y su entorno; o en Zaragoza, por ejemplo. En la Diócesis de València-Alicante esta tendencia es más novedosa e incluso se vive un cierto «boom» en la actualidad. Tal como publicó ayer Levante-EMV, la Iglesia de San Agustín tiene en marcha un cuidado proyecto religioso y arquitectónico para construir un columbario. Sin embargo, en la Comunitat hay al menos otros tres templos que ya albergan urnas funerarias: la iglesia de San Josemaría Escrivá y la del Pilar, en València; y la parroquia de la Mar en Xàbia. Por ende, según confirmó Luis Franco, fabricante e instalador en toda España de estos pequeños nichos modulares, la semana próxima va a visitar al cura de San Pascual Baylón para ver si acepta instalarlos.

En todos estos casos se trata de una opción abierta a cualquier persona o familia que quiera que sus restos incinerados o los de sus allegados sean depositados en un recinto sagrado a cambio de un contrato para la cesión de uso por un período de tiempo del espacio funerario por un precio asequible y, a menudo, más barato que un cementerio. La parroquia pionera fue la de San Josemaría Escrivá, situada en la calle San Clemente del barrio Sant Pau de Campanar. Tal como detalla el párroco Jorge Molinero, se trata de «un espacio sagrado para la memoria y la oración, que la parroquia ha construido con una finalidad eminentemente pastoral: acoger de un modo digno y cercano las cenizas de nuestros seres queridos». Consta de pequeños nichos llamados «loculi» y responde a una antigua tradición de ubicar los camposantos «junto a las parroquias donde familiares y amigos puedan rezar con recogimiento y piedad u ofrecer sufragios».

El conjunto funerario está situado en la parte inferior del vestíbulo, dispone de 150 nichos y el propio Cardenal Arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares presidió una eucaristía el 16 de noviembre de 2016 y lo bendijo. Tal como confirma el rector, más de la mitad están ya ocupados.

Dos años después, en octubre de 2018, se puso en marcha en la Iglesia del Pilar un espacio sacro con capacidad para decenas de nichos. «Se trata de una capilla adjunta al propio edificio religioso» señala el párroco Antonio Ros, y hay una veintena ocupados. Normalmente sus usuarios son «feligreses de la parroquia pero también hay personas de otros puntos de València que se han enterado y han venido aquí» porque quieren reposar en este cenobio en un futuro o que lo hagan sus seres queridos.

En el caso de la parroquia del Mar en el Puerto de Xàbia, su construcción funeraria cuenta con hasta 140 columbarios dispuestos en dos bloques. «Cada uno de estos frontales conforman un cuadro que al primer golpe de vista constituyen una bella pintura» sacrosanta, comenta el empresario Luis Franco, quien añade que ha trabajado en multitud de templos y capillas de toda España. Cada nicho pequeño tiene capacidad para 2 o 4 urnas. «Los precios pueden oscilar entre 120 y 250 euros más o menos», indica.

El coste también depende del acuerdo al que llegue cada feligrés con la familia, porque no es lo mismo guardar las cenizas de 2 personas que de 4. Puede ser una concesión a 30 años o a más, y la ventaja es que el tiempo empieza a contar desde que se depositan las cenizas en la urna funeraria, tal como explica Vicente Sanchís, que gestiona dos columbarios eclesiásticos en València.

Este profesional subraya que la incineración ha crecido un 70% porque los cementerios también presentan problemas de espacio. Por ello, estos columbarios son también una respuesta a una demanda social y religiosa.

Compartir el artículo

stats