La ruina amenaza el conjunto protegido como Bien de Relevancia Local del «Molí dels Frares», uno de los edificios históricos protegidos de la huerta de Campanar. Los vecinos advierten de que el molino de origen medieval, declarado Bien de Relevancia Local y en cuyo interior se encuentra un mural único del siglo XVII sobre la batalla de Salses (1640), lleva varios meses ocupado. El presidente de la Asociación de Vecinos de Campanar, Josep Benlloch, ha pedido la pronta intervención de la concejalía de Cultura para evitar daños o incluso la pérdida del mural, restaurado hace dos décadas y objeto de un seminario internacional tras el cual se anunció una nueva vida para el conjunto histórico. Lejos de rehabilitarlo y darle uso, el deterioro del molino, de titularidad privada, avanza. La ocupación del molino, en cuyo exterior se pueden ver enseres domésticos, varios sillones y una mesa, y cuya fachada está cubierta de grafitis, no es reciente. Hace unos meses vecinos y agricultores ya denunciaron al servicio municipal de Patrimonio la ocupación del inmueble, que fue desalojado de forma pacífica. Pero los ocupantes han vuelto. Los vecinos están «muy pendientes» del molino para evitar que se deteriore y confían en una solución para poner en valor este valioso patrimonio de la huerta. «Para los dueños es más una carga que otra cosa», explica Benlloch. Hace unos años hubo una negociación con el grupo Montesori para montar allí una escuela, pero no cuajó, lamenta Benlloch, quien asegura que este hubiera sido un «uso ideal porque era un proyecto respetuoso con el entorno y sostenible, pero no hubo acuerdo porque no dejaban hacer todo lo que querían».

Enseres domésticos viejos y pintadas degradan el entorno del molino formado por edificios de distinta época

Finalmente Montesori se instaló en un local de la plaza del Bioparc. Los vecinos de Campanar reclaman al ayuntamiento que busque un uso para el edificio. La ley de la Huerta en teoría iba a abrir la mano a nuevos usos para las alquerías, molinas y casas de pobla de la huerta con el objetivo de garantizar su rentabilidad económica y evitar su ruina. El alcalde, Joan Ribó, planteó integrar el Molí dels Frares dentro de una ruta por la huerta, que no ha visto la luz. «Hay que dar uso a este patrimonio, un uso no invasivo que no implique más tráfico». El Molí dels Frares ha sido objeto de estudios, como el realizado por José Ramón Cumplido Muñoz de la Universitat de València que data el molino, que se levantó sobre la acequia de Petra, en el siglo XIII. En sus paredes pueden entreverse dos arcos ojivales propios del gótico. El molino dejó de funcionar en los años setenta y la maquinaria fue desmantelada, pero en uno de sus muros se conserva, al menos hasta hace unos años, un rico mural pintado por mano anónima que recrea la batalla que libraron las tropas de Felipe IV en la ciudad francesa de Salses, en el Rosellón. Este mural, fechado en el siglo XVII y con unas dimensiones de 5 metros de ancho por 1,30 de alto, fue redescubierto en 1994 por el historiador Eduard Pérez Lluch, el que fue presidente de la Asociación de Vecinos de Campanar, fallecido en 2015, Una réplica del mural se exhibe en el Museo Militar. La obra mereció hace dos décadas los elogios de los responsables de la Generalitat y fue restaurada por Sofía Vicente Palomino, profesora del Departamento de Conservación y Restauración de la Universidad Politécnica de Valencia.

Mural del Molí dels frares que recrea la batalla de Salses (1640).

El molí dels frares, semioculto en la huerta de Campanar, está formado por un conglomerado de edificios formado por una construcción de 1940 y una alquería construida a mediados del siglo XV, aunque su disposición induce a pensar que su origen se remonta a la época islámica. En 1595 el molino fue adquirido en subasta por la orden de Predicadores, o de Santo Domingo y en 1836 con la desamortización pasó a manos privadas.