Los peritos de la compañía aseguradora de la EMT investigan las causas, el alcance y también posibles fallos en los protocolos de emergencia del incendio registrado el pasado sábado en las cocheras de la EMT de San Isidro en el que ardieron 20 autobuses. El gobierno municipal, por su parte, espera no sin preocupación informes independientes de la policía científica y de los bomberos que aclaren si faltaban, por ejemplo, cañones de agua o si fallaron varios hidrantes o bocas de agua del recinto que, según fuentes oficiales, estaban inoperativas en primera instancia, y si esos fallos fueron determinantes en la extinción del fuego, lo que podría derivar, con el escándalo del fraude de la EMT aún abierto, en responsabilidades políticas.
Las fuentes consultadas ayer confirmaron que varios de los hidrantes del recinto no tenían conexión de agua cuando llegaron los bomberos, por lo que no pudieron utilizarlos en un primer momento y tuvieron que recurrir a un vehículo cuba.
El parte de los bomberos no asegura en ningún momento, según explicaron las fuentes de la EMT consultadas por este periódico, que los bomberos que intervinieron no tuvieran agua, puesto que pudieron disponer de la que suministraron los camiones así como de otros hidrantes del recinto que si estaban operativos.
Como sea, la vicepresidenta de la EMT, la socialista Elisa Valía, confirmó ayer que se convocará un consejo de administración extraordinario para analizar las consecuencias y alcance del incendio, tal como han reclamado los grupos de la oposición. El consejo de administración de la EMT, una empresa que el año próximo manejará un presupuesto de 170 millones de euros (11 más que este año), está compuesto por tres representantes de Compromís, dos del PSPV, otros dos del PP, uno de Cs y uno de Vox.
Sobre las causas del fuego, el ayuntamiento está a la espera del informe de la policía científica. Se barajan todas las hipótesis, aunque la explosión de uno de los depósitos es la más probable.
Costes del siniestro
El ayuntamiento todavía no ha evaluado el coste de los 20 autobuses siniestrados, que según explicaron fuentes de la concejalía de Movilidad eran modelos antiguos que estaban a punto de sustituirse. El siniestro tendrá, eso sí, unos costes de reposición por la sustitución de los autobuses y demás instalaciones que se vieron dañados.
Fuentes de la EMT confirmaron ayer que ninguna de las líneas de autobús se ha visto afectada por la pérdida de los 20 autobuses que se incendiaron el sábado. «Siempre hay autobuses de reserva en las cocheras y se usarán para sustituir a los que han quedado fuera de servicio», apuntaron las fuentes, que recordaron que uno de los lineales para la recarga de gas que se vio afectado en el incendio ya ha sido reparado y los autobuses de gas han podido recargarse «con normalidad».
