El alcalde de València, Joan Ribó, aseguró ayer que en el consejo de administración de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), que finalmente se ha convocado para este viernes, «se darán todas las explicaciones» sobre el incendio registrado el pasado fin de semana en las cocheras de San Isidro a partir de los informes oficiales que se emitan sobre este suceso. Así, ha pedido esperar a tener esos documentos y a evitar rumores sobre lo ocurrido.

El alcalde respondió, preguntado por si hubo algún fallo en los hidrantes de las cocheras, que «la mayoría de hidrantes funcionó», aunque reiteró que no se tiene «aún el informe oficial». En este punto dijo que hablar sin tener ese documento es «rumorología no siempre bien intencionada».

Así mismo, sobre el precio de los autobuses siniestrados y por si el coste de cada uno rondaba los 300.000 euros, Ribó aclaró que valían esa cantidad «cuando eran nuevos» y explicó que con estos vehículos sucede como «con un coche», que van perdiendo valor con el tiempo.

«Si se vende a los dos, tres, cinco, diez o quince años, se sabe cómo se devalúa el precio. A los autobuses les pasa exactamente lo mismo», declaró el alcalde, que calificó de «solemne tontería» decir que el precio de cada uno es ahora de 300.000 euros.

Sin responsabilidades

Por otro lado, preguntado por si la expansión del incendio puede deberse a que los autobuses estuvieran estacionados muy cerca unos de otros, Ribó recordó que visitó las cocheras de San Isidro y que «los aparcamientos estaban señalizados normalmente».

Y respecto a la posibilidad de pedir explicaciones al edil de Movilidad Sostenible y presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, por este suceso, Joan Ribó dijo que no fue él quien originó el fuego.