El alcalde de València, Joan Ribó, defendió ayer que los carriles bici estén separados del resto de espacios de la calzada por los que circulan los vehículos a motor «cuando pueda ser así» pero, preguntado por la peligrosidad del creado en la Gran Vía Fernando el Católico y Ramón y Cajal lo defendió asegurando que «no hay ninguna otra opción razonable». «Prefiero, en primer lugar, que se separe; en segundo lugar, cuando hay solo un carril, que sea bici coche a la vez totalmente seguro y si no, hacer otras opciones». De tal manera que «cuando no hay otra posibilidad real» para que esté segregado, que este tipo de carril «esté mínimamente señalizado porque siempre mejora la seguridad». «Por desgracia, a los que vivimos en una zona que no tiene carril bici nos toca ir sin carril bici. Es mejor pensar si la seguridad aumenta con un carril tal como está o es mejor que no haya ningún carril bici. No creo que sea mejor que vayan por la acera los ciclistas».
En el caso de la Gran Vía «no hay ninguna otra opción razonable» que la hecha y ha aludido al paso de vehículos a motor por esta travesía. «Preferiría que -este carril bici- fuera separado evidentemente, pero entonces lo que estamos haciendo es impedir en una gran avenida un paso adecuado de coches y autobús. Este tipo de carril funciona en muchos lugares de Europa».
El PP, en contra
Por contra, el concejal del PP en el Ayuntamiento de València Carlos Mundina ha anunciado que esta formación «presentará iniciativas a la comisión de Movilidad para que, con carácter de urgencia, se haga un estudio sobre el carril «por el clamor en contra que ha generado». El PP está completamente a favor de que se impulse en València el uso de la bici, «pero con consensos».
