Las obras de rehabilitación de la antigua fábrica Ceramo de Benicalap, destinada a uso socio-cultural, arrancarán en esta legislatura. Así lo prevé al menos la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, cuya delegación acaba de licitar la redacción del proyecto de intervención en la histórica fábrica, cuya fachada de estilo neomudéjar sobresale en la avenida Burjassot.

El ayuntamiento reserva 250.000 euros en los presupuestos de 2021 para la redacción del proyecto de rehabilitación de la fábrica de tejas, mayólicas y cerámica de reflejo dorado. Un contrato especialmente complejo donde se valorará más la experiencia en rehabilitación de patrimonio histórico y etnológico que la baja económica, dada la preocupante situación de ruina de la fábrica, cerrada en los años 80 y muy deteriorada tras años de expolio y abandono.

Sandra Gómez visitó ayer la Ceramo, un edificio, dijo, «que constituye un ejemplo excepcional de arquitectura industrial y unos valores históricos, etnográficos, sociales y arquitectónicos de gran relevancia por su singularidad».

La Ceramo es el único representante de los escasos restos industriales de fabricación de mayólicas que se conservan actualmente en el entorno del antiguo cinturón de València. Por ello, la vicealcaldesa aseguró que se ha convertido en «una pieza cuya integridad ha de prevalecer en cualquier futuro proyecto de rehabilitación y puesta en valor del edificio».

El ayuntamiento declaró Bien de Relevancia Local la fábrica y ha modificado el plan urbanístico para eliminar la edificabilidad privada asignada a la parcela de la fábrica, que suponía el derribo de los hornos, piezas destacadas del conjunto. El convenio urbanístico con la Sareb, actual dueña de los derechos edificatorios de la Ceramo, aún está por firmar, sin embargo no es óbice para la licitación del proyecto de restauración.

La Ceramo fue construida en el año 1885 por José Ros Furió para albergar las instalaciones de su empresa especializada en la producción de cerámica tradicional valenciana y, particularmente, en la recuperación de viejas técnicas artesanales, entre ellas, la de los alfares musulmanes de reflejo metálico

En cuanto a la reforma, conllevará la reposición de elementos perdidos o deteriorados, así como la eliminación de otros considerados impropios.

Ante la situación de deterioro de sus instalaciones, en el año 2016 el nuevo gobierno municipal inició las gestiones tendentes a su recuperación, realizándose los trabajos de apuntalamiento, limpieza e inventariado arqueológico de los restos de elementos, herramientas, enseres y maquinaria del proceso fabril de la fábrica de mayólicas. Respecto al uso, la vicealcaldesa ha precisado que se mantendrá un espacio de interpretación sobre la fabricación de cerámica, pero, sobre todo, de implantación, como una dotación pública que mejore la calidad de vida del barrio.