El grupo municipal Ciudadanos en el Ayuntamiento de València ha denunciado que el concejal de Movilidad Sostenible Giuseppe Grezzi «forzó la Ordenanza de Circulación para dar cabida a carriles bici muy peligrosos como el de la Gran Vía Fernando el Católico y Ramón y Cajal». El concejal de la formación naranja Narciso Estellés argumenta que Grezzi introdujo en los artículos 33 y 34 de la nueva ordenanza «el concepto de la excepcionalidad para circular bicicletas en carriles bus-taxi con ‘sobreancho’, sin determinar con exactitud la superficie a la que se considera sobreancho, ni tampoco el tipo de señalización». «Por lo que nos escribieron en las enmiendas -añade Estellés- Grezzi se acogió a unas ‘recomendaciones’ de la Diputación Foral de Guipuzcoa de 2017, para forzar la Ordenanza de Valencia y dar cabida a este concepto de carriles bici muy peligrosos».
En el proceso de alegaciones a la ordenanza, el grupo Ciudadanos presentó dos alegaciones respecto a este concepto, «alegando que en el proyecto de Ordenanza de Movilidad no especificaba qué era un tramo con sobreancho ni la señalización que se debe utilizar y que resultarían muy peligrosas las maniobras a la derecha del transporte público en caso de subida y bajada de usuarios». Sin embargo, desde Movilidad, «rechazaron estas dos alegaciones diciendo que ‘en determinadas circunstancias puede ser oportuno autorizar la circulación de los ciclos por los carriles reservados para autobuses u otros vehículos y que pueden suponer una mejora significativa para la circulación ciclista».
Ante tal circunstancia, Estellés argumenta que «no es ninguna mejora para los ciclistas ponerlos en grave peligro. Desde Cs ya alegamos ante esta peligrosidad y esperemos que no suceda ninguna desgracia irreparable en la Gran Vía», sostiene el edil.
El concejal de Cs justifica además que Grezzi «introdujo este concepto en la Ordenanza dos años después de que tuviese previsto llevar a cabo el carril bici». Según Estellés, el proyecto de carril bici de la Gran Vía Fernando Católico y Ramón y Cajal data de diciembre de 2016 y el borrador de Proyecto de Ordenanza salió dos años después. «Grezzi fue juez y parte -matiza Estellés- y forzó la normativa dos años después de proyectar su carril bici de extremo peligro, que ahora mismo cuenta con muchas quejas y muy poca aceptación, por su evidente peligrosidad». Para finalizar, el concejal de Cs ha dicho que Grezzi «ha forzado tanto los planes y la Ordenanza para dar cabida a este carril que está yendo en contra del Plan de Movilidad Urbana Sostenible PMUS que dice que se debe tender a mejorar y ampliar la red ciclista, haciéndola más segura, y también, del mismo artículo 56 de la Ordenanza sobre la protección de ciclistas, que exige que se dejen unas distancias de 1.5 metros por el lado. Esto es del todo imposible cumplir en Fernando el Católico», remarca Estellés.
Cronología según Ciudadanos
El proyecto del carril bici de la Gran Vía data de diciembre de 2016 relata el regidor en la oposición. «El proyecto de Ordenanza de Movilidad de Grezzi es de noviembre de 2018 y Cs presentó 73 enmiendas en enero de 2019», rememora.
La ordenanza de movilidad definitiva fue efectuada una vez desestimadas las enmiendas de Ciudadanos «con explicaciones muy ambigüas y ajenas a la propia concreción de los proyectos de carril bici sobre dimensiones y señalización», apunta Estellés.
En esa ordenanza, enfatiza «los artículos 33 y 34 introducen el concepto de permitir circular a las bicicletas en carriles bus-taxi con sobreancho, con objeto de dar validez a un carril bici muy peligroso del tipo de la Gran Vía Fernando Católico y Ramón y Cajal». «El tema nos parece grave y más si nos atenemos a cómo se desestimaron las enmiendas y a la última respuesta dada a preguntas de Cs, sin ningún tipo de detalle técnico», termina el también consejero en la EMT. Tal como publicó ayer Levante-EMV la policía local ha empezado a vigilar este eje ciclable para evitar coches en segunda fila y posibles accidentes después de que diversos colectivos como los ciclistas, los vecinos, los taxistas y los chóferes de la EMT hayan criticado el peligro que entraña compartir este carril.
