Estos datos de merma del censo se dieron a conocer en la última asamblea de presidentes de forma inesperada: se había suscitado la pregunta en la asamblea y la delegación de informática «apretó el botón», transmitiéndole a la secretaria general estos datos.
Queda todavía un periodo de purga de diez días, en los que se insta a las comisiones a actualizar los censos. Todo ello, para poder tener una visión de conjunto de en qué forma ha afectado la crisis del coronavirus a los censos falleros y, como ha dicho repetidas veces el concejal Carlos Galiana, para poder articular «medidas para paliar sus efectos».
Y es que las comisiones son reacias por definición a comunicar sus bajas. Es una práctica no siempre puesta en práctica con rigor (de hecho, da más opción a tener puestos disponibles en la ofrenda). Pero que ahora se hacen necesarios para conocer el alcance de los daños sociales sufridos por la fiesta.
Bajas por decepción
Vino a cuenta de la pregunta del presidente de Carrera San Luis-Dr. Waksman, que ya en la anterior reunión preguntó si había datos más o menos precisos sobre la cantidad de bajas que se han producido en este periodo de pandemia. Y en concreto, si las comisiones se habían animado a actualizar sus censos incluyendo altas y bajas.
Hay que recordar que, en los primeros meses de pandemia, el censo consiguió parar la caída a base de medidas como la reducción de cuotas o la esperanza en la recuperación. Al instalarse la crisis económica y el impago por no poder celebrar más que contadas actividades, el cóctel ha jugado, y todavía jugará, en contra de los efectivos humanos.