Las aglomeraciones provocadas por la llegada de los Reyes Magos el martes por la tarde en la plaza del Ayuntamiento a la casa consistorial han desatado, además de la ira de la ciudadanía responsable, un nuevo cruce de acusaciones entre Compromís y PSPV sobre la gestión de la pandemia. Pocas horas después de que la comisión interdepartamental (en la que se encuentran tanto el presidente de la Generalitat como los dos vicepresidentes, Mónica Oltra y Rubén Martínez Dalmau) se reuniera para endurecer las medidas en la Comunitat Valenciana, la plaza del Ayuntamiento de València concentraba a centenares de personas que acudían al reclamo montado por la concejalía de Fiestas (a cargo de Carlos Galiana de Compromís) con la llegada de los tres Reyes Magos en tres autobuses perfectamente adaptados para la ocasión.

Las críticas a la celebración del acto no se hicieron esperar en un día que la pandemia había marcado récord de muertos con 85 fallecidos. Empezó el Síndic del PSPV, Manuel Mata: «creo que lo mejor es callar. Aglomeraciones en la plaza del Ayuntamiento de València para ver a los Reyes Magos». Sorprendió que le respondiera la vicepresidenta Mónica Oltra, que aún siendo del mismo partido que el alcalde Joan Ribó, le contestó sumándose al reproche: «Pues no callamos: ¡Esto es incomprensible! No podemos callar en la situación de gravedad que estamos». 

Les siguió el vicepresidente Rubén Martínez Dalmau de Podemos: "Los Gobiernos, todos, han de proteger a las personas, en particular en la peor pandemia que hemos sufrido. Hace falta averiguar si el Ayuntamiento de València ha tomado decisiones desafortunadas y pedir en su caso explicaciones y las responsabilidades oportunas".

El tercer miembro del Consell en cuestionar la decisión del alcalde Joan Ribó de mantener la cabalgata fue la máxima autoridad sanitaria de la Comunitat Valenciana, la consellera Ana Barceló, que también fue contundente: «Esta imagen y sus consecuencias eran evitables si se hubieran cumplido las recomendaciones de Sanidad. Debía evitarse a toda costa la concentración de personas. Lamentable».

Eran las 21.39 horas del martes 5 de enero. Noche de Reyes. Las críticas se sucedían y el clamor llegó a los informativos televisivos de la noche. No quedaba nadie por criticar la cabalgata celebrada en València en el peor día de la pandemia.

Hora y media después del mensaje de Ana Barceló, la vicepresidenta Oltra le reprochaba a su compañera de Gobierno que no hubiera prohibido la cabalgata. "Sí, lamentable. Y también evitable, consellera" era el mensaje de Oltra en Twitter que difundía junto con un extracto del decreto de medidas extraordinarias del pasado mes de noviembre. El decreto, que regula todos los municipios de la C. Valenciana, no solo la capital, establecía que "se autorizará a los Reyes Magos realicen un recorrido en los pueblos y ciudades a bordo de vehículos de transporte (...), evitando aglomeraciones y recomendando a la población el seguimiento desde las ventanas o balcones". El mensaje de la vicepresidenta sorprendió en el entorno de la consellera ya que, según indicaron pasadas las doce de la noche a este periódico, "el texto deja claro que lo sucedido en València no está contemplado en la normativa".

Aunque la consellera Barceló (a la hora del cierre de esta edición) había optado por no contestar en público a la líder de Compromís, quien sí lo hizo fue la vicealcaldesa de València y portavoz socialista, Sandra Gómez, quien desvelaba que el Partido Socialista en el ayuntamiento había pedido a sus socios de Gobierno en privado que desistieran de la celebración del evento. Eran las 11 horas 56 minutos.

«Cabezonería»

En la oposición municipal, las críticas eran tan duras como previsibles. María José Catalá (PP), por ejemplo, aseguró que «no nos merecemos un gobierno que no toma las medidas adecuadas y oportunas para proteger a la ciudadanía». «Esta discusión sobre la cabalgata lleva meses en marcha, pero ha sido la cabezonería del alcalde y su equipo de gobierno lo que ha provocado este ejercicio de irresponsabilidad en una semana negra en la que en la ciudad de Valencia hemos sufrido mucho» aseguró también.

El portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, salvó el acto del Salón de Cristal, éste sí celebrado con cierta lógica. Pero nada más: «No tiene perdón que esto suceda el mismo día que a la hostelería se le imponen nuevas restricciones y que es el día de mayor número contagios y fallecimientos. Es un acto de irresponsabilidad por parte de quien lo ha organizado y falta de respeto y empatía hacia nuestros hosteleros y autónomos».