Cuando, el pasado mes de septiembre, el concejal Carlos Galiana defendió la capitalidad de la innovación para la ciudad de València haciendo un discurso en «play back» y cosechó multitud de críticas de la oposición tras convertirse en portada de toda la prensa española, al día siguiente acabó por hacer un acto de contricción extenso. «Me he dado cuenta de que no fue la decisión más adecuada» dijo entonces. Ayer, sin embargo, no hubo ni rastro de autocrítica a la hora de explicar porqué su Cabalgata de los Reyes Magos «sorpresa», acabó con 1.500 personas amontonadas ante el Ayuntamiento, con el grave riesgo de contagios que ello supone en plena pandemia.

Ayer, el debate era más delicado puesto que València fue también ejemplo nacional de cómo no hay que comportarse si queremos parar la pandemia. Sin embargo, el edil de Cultura Festiva se enrocó a la hora de defender su proyecto y el del alcalde Joan Ribó (Compromís) que le apoyó en contra de la opinión de su socio de gobierno Sandra Gómez (PSOE).

Galiana y Ribó -Compromís- siguieron adelante con esta entrada a la plaza del Ayuntamiento en 3 autobuses, que acabó desbordando todas las previsiones de los organizadores. El mismo día, y pocas horas después, de que el president de la Generalitat Ximo Puig volviera a imponer nuevas restricciones a todos los valencianos, incluyendo nuevos confinamientos para 29 municipios. Pese a todo Carlos Galiana calificó de «momento puntual» la aglomeración de decenas personas ante el edificio consistorial. « Se han seguido todas las indicaciones y normas de las autoridades sanitarias, publicadas tanto en el BOE como en el DOGV, al igual que se ha hecho en todas las actividades que se han organizado por parte del Ayuntamiento alrededor de las fiestas de Navidad», subrayó. Las alusiones al BOE y al DOGV no son gratuitas en términos políticos. Ambas instituciones dependen de los socialistas.

«La Recepción organizada con motivo de la noche de los Reyes de Oriente consistió en un acto en el interior del Ayuntamiento», justificó. Un acto privado y sin público. Sin embargo, comentó «fue en un momento puntual, en la entrada de los Reyes en la Casa Consistorial, cuando al exterior (al aire libre), las personas que estaban en la Plaza, sin convocatoria previa, se acercaron a las vallas colocadas para garantizar la seguridad».

«Fue una entrada rápida -siguió explicando- la de los Reyes Magos al Ayuntamiento, aún así lamentamos la situación que se produjo. Habrá que mejorar los protocolos para asegurar que no haya ningún resquicio, ni siquiera puntual, en que se puedan ver comprometidas las medidas sanitarias, aunque sea al aire libre», expresó. «El Ayuntamiento de València reitera su máximo compromiso con el cumplimiento estricto de las normas establecidas por las autoridades sanitarias competentes», terminó en un breve comunicado.

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Aglomeraciones en la plaza del Ayuntamiento de València para ver a los Reyes Magos Levante-EMV

«Teatro e hipocresía»

Los socios del gobierno municipal y en el Consell, Compromís y PSOE han vuelto a escenificar a cuenta de la Cabalgata de Reyes sus enormes diferencias sobre cómo abordar la pandemia desde el punto de vista de las restricciones sanitarias.

La vicealcaldesa Sandra Gómez (PSOE) intervino ya muy tarde la noche del día 5 para replicar a la vicepresidenta Mónica Oltra y recordar le que le había sugerido a Galiana que cancelase el cortejo, cosa que no había querido airear «por lealtad».

Pero ayer la vicealcaldesa dejó un mensaje encriptado: «Tenemos que aprender a asumir los errores de manera colectiva cuando se comenten y asumir las responsabilidades que cada uno tiene para hacer frente a la crisis. Igual que le hemos pedido a la oposición que se sumara al pacto de reconstrucción, ahora debemos tener un plus de responsabilidad e ir todos a una». Y por eso no había nada de apoyo en sus palabras: «Lealtad no es sumisión pero discrepar no es hipocresía y teatro para pedir una cosa por la mañana y por la tarde hacer otra. Este es un doble juego que siempre sale mal». Recordó así mismo que su grupo reiteró «la necesidad de que suspendiera el trayecto» para «evitar situaciones como la que se vivió en la plaza del Ayuntamiento, por coherencia con las medidas anunciadas por el Consell esa misma mañana»

«La reflexión que creo necesaria es que hay que anular los actos públicos y dar ejemplo desde la administración», concluyó. A la vez que mostró su «malestar» por «el espectáculo que se produjo en las redes sociales» entre miembros del PSPV y Compromís.

Dimisión y reprobación

En la oposición, el más duro fue el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, quien sí que solicitaba la dimisión de Carlos Galiana, apelando a que había actuado «por libre» al desvelarse que los socios de gobierno, el PSPV, le había recomendado que no sacara los autobuses a la calle, por lo que le considera responsable de «la lamentable situación de ayer». Así mismo, solicitaba la «reprobación del alcalde Joan Ribó» todo ello porque lo sucedido «no puede quedar impune»

Por su parte, María José Catalá en nombre del PP, reclamó la comparecencia de la Consellera de Sanitat, Ana Barceló, y del alcalde. «Es lamentable que Generalitat y Ayuntamiento se pasen la pelota. Es síntoma de desgobierno e incapacidad de la izquierda para gestionar esta pandemia». Sobre Barceló afirmó: «nos parece de una irresponsabilidad absoluta que el Consell no levantara el teléfono y prohibiera a Ribó esta cabalgata».

Vox solicitó reunión de la Junta de Portavoces. José Gosálbez sentenció: «El gobierno municipal está para el desguace, no hacen más que enfrentarse entre ellos y meter la pata».