La basílica San Vicente Ferrer de los padres Dominicos, en pleno centro de València, en la calle Cirilo Amorós, n.º 56, cumplirá cien años del final de su construcción y de su consagración. La iglesia forma parte del Real Convento de Predicadores. Es un edificio de estilo neogótico que comenzó a construirse el 7 de marzo de 1906 y el 12 de octubre de 1921 se consagró totalmente terminado. La obra fue dirigida por Francisco Estrudi, proyectada por Joaquín María Arnau Miramón y terminada por Francisco Almenar. Su fachada destaca por sus dos torres coronadas de agujas caladas y el gran portón ojival, sobre el que se ve el escudo de armas de la Orden de Santo Domingo de Guzmán. Fue elevada a Basílica el 13 de julio de 1951 por el Papa Pío XII.