La Policía Local de València ha admitido en una respuesta al Síndic de Greuges que pese a sus continuas intervenciones para intentar erradicar la figura de los gorrillas de las calles de València, estos «persisten en su actitud» porque «no temen sus consecuencias», debido a que las sanciones y advertencias que se imponen a las personas que practican esta actividad apenas tienen efecto. Hay que recordar que sus acciones están tipificadas como falta y no como delito, de ahí la poca eficacia de las multas.

La respuesta de la Policía Local se produce después de que un ciudadano acudiera al Síndic de Greuges porque el cuerpo municipal no le había contestado un escrito, en el que acusaba a los agentes de «inacción» ante la problemática de los gorrillas.

El Síndic, Ángel Luna, se dirigió al servicio con tan de recabar la mayor información posible. En su respuesta la Policía Local explica que desde la aparición de la problemática de los gorrillas el objetivo del cuerpo «siempre ha sido evitar este tipo de actividad, tanto por representar un riesgo para la integridad física de estas personas que deambulan entre vehículos, como por suponer en ocasiones una molestia para los conductores que se ven obligados a realizar actos contrarios a sus deseos».

La Policía Local manifiesta que se han elaborado diferentes protocolos de actuación, dentro de la legalidad vigente, «que han ido desde el intento de persuasión para que estas personas cesen en su actividad por los riesgos que conlleva, hasta la denuncia administrativa, e incluso la advertencia de que la persistencia en su actuación podía constituir desobediencia a la autoridad y sus agentes».

El cuerpo de seguridad de València pone datos a sus actuaciones, y como ejemplo especifica las denuncias formuladas en los meses de verano de los dos últimos años en la zona de la playa de la Malva-rosa, donde los gorrillas están casi siempre presentes a pesar de la intervención de los agentes.

La Policía Local formuló 36 denuncias en junio de 2019, 30 en julio y 16 en agosto. Respecto al año 2020 señala que se pusieron 28 multas en junio, 35 en julio y 8 hasta principios de agosto, cuando finaliza el detalle de las denuncias.

Con los datos claro, el cuerpo municipal concluye: «Por lo tanto, la actuación policial existe, lo que ocurre es que lamentablemente a pesar de las intervenciones que se practican los gorrillas no temen sus consecuencias, y persisten en su actitud».

Con todo, la Policía Local de València asegura que va «a continuar con sus funciones para evitar actuaciones no permitidas en la vía pública y que se produzcan molestias a los ciudadanos».