La ola de frío ha dejado ya alguna imagen de animales de compañía muertos por congelación. En la ciudad de València no se han dado condiciones catastróficas, pero sí muy duras. Por ello, tanto la protectora Modepran como Abogados Valencianos en Defensa Animal han recordado que, sobre todo perros (que son la especie que más puede sufrir la situación), pero también gatos o cualquier animal doméstico o de labor debe estar protegido ante las bajas temperaturas y que dejarlo sin las condiciones mínimas puede ser considerado un delito, sancionable administrativamente con fuertes sumas o incluso con pena de prisión.

Una situación límite es ver ese perro atado en un corral, sin caseta en la que guarecerse, o que no se le hace entrar en el interior de una casa o un garaje. Por ello, la presidenta de Modepran, Amparo Requena, hace un llamamiento a la gente «para que comunique toda aquella situación que vean de animales que no han podido refugiarse. A partir de ahí ya nos encargaríamos de denunciar ante fiscalía de Medio Ambiente». También recordó que «estar sólo en un chalet tampoco es una medida aceptable para un perro o un gato».

«Hay propietarios con muy poca empatía. A nadie se le obliga a tener un animal de compañía, pero cuando lo tiene, sí que está obligado a comprometerse», recuerda. Se dice, porque es verdad, que los animales tienen una resistencia morfológica al frío mucho mayor que el ser humano «pero también tienen su umbral. Y no todo les es soportable». Este aviso lo hacen extensible «a todo el invierno, porque aún sin ola de frío, las condiciones son difíciles. De la misma manera que después lo recordaremos cuando haya 40 grados en verano. El caso es el mismo».